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¿Eres amante de los tocadiscos? Nace mejorestocadiscos.com

Los amantes del vinilo están de suerte, pues pueden adquirir vía online los mejores tocadiscos del mercado

 

La música es algo que nunca pasa de moda, década tras década salen a la luz cientos de artistas que revolucionan el mundo musical. Esto es algo que nunca cambia, pero lo que sí ha evolucionado y mucho es la manera de escucharla. El avance de las nuevas tecnologías relegó al pasado la forma tradicional de escuchar música, el tocadiscos.

 

El tocadiscos es el único artefacto que ha sobrevivido a todos los avances. Con el paso de los años los casetes, el CD y el MP3 han ido desapareciendo, siendo sustituidos por nuevas herramientas que se encuentran en Internet. Pero lo cierto es que el tocadiscos nunca desapareció, los melómanos siempre han optado por esta herramienta para seguir escuchando su música favorita.

 

El tocadiscos es un artefacto que se caracteriza por reproducir la música que ha sido impresa en un disco de pasta negro, y que gira permitiendo que el lector del aparato descifre la información y reproduzca los sonidos musicales.

 

Los tocadiscos eran considerados aparatos relativamente pequeños y a día de hoy han mejorado mucho su formato, haciéndolos más manejables, aunque si los hay portátiles no son cómodos para sacarlos de casa muy a menudo.

 

Entre los años cincuenta, sesenta y setenta los tocadiscos fueron los grandes protagonistas de las reuniones y las fiestas. Los primeros se manejaban de forma manual pero fue en las décadas de los sesenta y setenta cuando comenzaron a aparecer los tocadiscos automáticos. Pero como ya se ha mencionado, en la actualidad aun siguen de moda y para saber más de ellos solo es necesario acceder aquí mejorestocadiscos.com.

 

¿Por qué seguir escuchando vinilos?

 

Muchos puristas de la música siguen defendiendo que los vinilos son el origen de la música enlatada y que por ello el ritual que supone escucharlos es mucho mejor que el de cualquier otro artefacto.

 

Calidez en el sonido

 

Los melómanos ensalzan el sonido dulce de la música analógica pues, según ellos, es más agradable para el oído que la música digital, que consideran más fría. Esto se debe a las limitaciones del vinilo, al recorte de frecuencias altas y bajas que convierten el sonido en algo más suave dado que se resaltan los medios y los graves.

 

Esta calidez también puede deberse a las fluctuaciones de la aguja, que provoca vibración del registro. Esto lo recoge la aguja transformando el sonido.

 

Mayor calidad en las masterizaciones

 

Hace décadas tener un buen equipo de música era muy importante. Los amantes de este arte invertían en tocadiscos, altavoces y demás aparatos tecnológicos para obtener un sonido de calidad. Para que sonara todo bien los productores musicales sacaban al mercado grabaciones y masterizaciones muy cuidadas.

 

Por el contrario, en la era digital la música se empezó a comprimir a bajos bitrates (mp3) ya que era más conveniente para poder almacenar gran cantidad de música, o para poder descargar las canciones más rápido. Esto influyó en la calidad musical pero se apreciaba poco dado que la música se reproducía en equipos de gama baja, como altavoces de ordenador o teléfonos.

 

La calidad de la grabación de los nuevos trabajos es más baja, lo que la diferencia de los clásicos de vinilo, que siguen sonando en los tocadiscos de toda la vida.

 

Escuchar música es un ritual

 

Debido a los avances, se aprecia una clara diferencia entre reproducir de manera automática una lista de Spotify, o ir a la balda y seleccionar cuidadosamente el disco que se desea escuchar, pues todo eso requiere de un pequeño ritual.

 

Uno de los grandes problemas de la era digital, y del ritmo de vida que se tiene, es la poca atención que se le presta a los detalles y al esfuerzo que conlleva disfrutar de los pequeños placeres. Por eso los amantes de lo clásico prefieren el tocadisco, pues le permite esforzarse en apreciar los pequeños detalles que se pierden en otros medios.

 

Estéticos

 

Aunque esto ya no tiene nada que ver con lo musical, lo cierto es que las colecciones de vinilo lucen muy bien en una estantería.

 

Hace unos años las estanterías de las casas estaban repletas de libros, discos o CDs. Pero con el avance tecnológico, y con la capacidad de poder introducir grandes cantidades de cosas como libros y música en espacios muy pequeños, se ha perdido el interés por lo físico.

 

Pero, por suerte, los amantes de los vinilos aún poseen en sus casas las baldas repletas de sus discos favoritos, dado que prefieren escuchar música a través de reproductores analógicos, de esta forma se crea un ambiente más confortable en cualquier casa.

 

LancelotDigital.com