Un antídoto contra el aburrimiento: el casino
Estas instalaciones va complementada con una oferta de ocio diversa como restaurantes, hoteles, centros comerciales o cruceros
Un casino es un establecimiento en el que se permite la realización de determinados juegos de azar. Normalmente este tipo de instalaciones va complementada con una oferta de ocio diversa como restaurantes, hoteles, centros comerciales, cruceros...
El término casino proviene del italiano, y define a un casa o villa situado en el campo, que era frecuentada por la nobleza y alta burguesía como lugares de esparcimiento y la práctica de juegos de azar. Aunque con el paso del tiempo los casinos migraron del campo a las grandes ciudades, dicho término se mantuvo en el tiempo y, prácticamente, en todas las lenguas como lugar destinado a los juegos de azar.
En la actualidad los casinos están regulados, en la mayoría de los países, por normativas que garantizan un funcionamiento reglado de sus prácticas, que propicie su uso con seguridad para los usuarios de este tipo de establecimientos puede consultarse más información al respecto en www.sobrecasinos.com. De esta forma, se evitan los establecimientos ajenos a la inspección administrativa y sin los oportunos controles éticos de su actividad.
Hoy en día, existen algunos lugares, como Las Vegas o Montecarlo, que incorporan una oferta de ocio, sin comparación con el resto de establecimientos del mundo. En ellos, se integra desde espectáculos y actuaciones de primer nivel internacional junto a una amplia oferta de alojamiento, restauración y de ocio.
¿A qué puedo jugar en un casino?
Los juegos más comunes en los casinos son la ruleta, el blackjack, el póquer o las máquinas tragaperras. Todos ellos tienen un denominador común, su sencillez a la hora de apostar, con la que se consigue fidelizar fácilmente a los usuarios.
La ruleta es un juego de azar en la que se realizan diversos tipos de apuestas a unos números, o combinaciones de estos. El número de casillas seleccionables van del 1 al 36, siendo el número 0 propiedad de la banca. Una vez realizadas las apuestas, el crupier, que es responsable de lanzar la bola que gira en la ruleta, depositandose en una única casilla que identifica el número afortunado, o bien en el 0 en la que todas las apuestas, realizadas en esa tirada, revierten a la banca.
El blackjack es un juego de naipes, que se juega con baraja francesa (tréboles, corazones, diamantes y picas) y que también suele denominarse el veintiuno. Las cartas tienen distintos valores y la mejor jugada es conseguir el 21 con dos cartas sin pasarse.
El póquer es un juego también de naipes con baraja francesa, en la que los jugadores realizan apuestas sobre una serie de combinaciones de las cartas como la pareja, el trío, el póquer, la escalera... Hay una escala de valores sobre qué jugada supera a las demás y el jugador que la consigue obtiene el dinero acumulado por las apuestas de todos los jugadores.
Las tragaperras son una maquinas, actualmente electrónicas mayoritariamente, aunque aún perviven algunos modelos mecánicos. Su funcionamiento es muy sencillo, se introduce una moneda en la máquina y se acciona una palanca o pulsador que activa un mecanismo por el que según la combinación de elementos se puede obtener un premio.
Desde hace unos años, van adquiriendo notoriedad los casinos on-line. Este tipo de establecimientos integran una amplia gama de juegos de azar con la particularidad de que los mismos pueden realizar telemáticamente, a través de un ordenador, una tablet, o un smartphone. Este tipo de establecimientos tiene el inconveniente de los controles éticos y de juego responsable, ya que no siempre pueden evitar el acceso a los mismos de menores y/o personas con problemas de ludopatía.