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Lanzarote pierde su última molina en activo, ubicada en San Bartolomé

El Ayuntamiento afirma estar buscando alternativas para evitar que quede en el olvido

 


Lancelot Digital

 

El 1919, José María Gil compró en San Bartolomé una molina de gofio que dejó de producir en el mes de julio. Se trata de la única molienda que se encontraba en activo en Lanzarote, pero ya ha echado el cierre.

 

Este inmueble recibió una mención especial dentro de los Premios Distinguidos del Turismo 2016. De hecho, la Sociedad de Promoción Exterior quiso poner en valor, con este reconocimiento, la contribución al fomento de la cultura y el oficio tradicional del molinero.

 

Esta molina es uno de los atractivos turísticos municipales, que cuenta con un gran valor patrimonial, pero sus propietarios son mayores y no pueden continuar con la actividad. El Ayuntamiento dice que está buscando alternativas para evitar que este activo de la historia insular quede en el olvido, pero aún no ha concretado cómo piensa hacerlo.

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