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San Bartolomé rinde homenaje al arte de la tonelería con la escultura “El Tonelero”

La obra de arte, realizada por el escultor Rigoberto Camacho, representa a Felipe de León Rocío, uno de los toneleros con más tradición en el municipio

 

Lancelot Digital

Fotos: Jesús Betancort

Vídeo: Lancelot Televisión

 

La alcaldesa de San Bartolomé, María Dolores Corujo Berriel, descubrió en la tarde del viernes , acompañada por el escultor Rigoberto Camacho, la escultura “El Tonelero” y ante la mirada expectante de Felipe de León Rocío, con su amable rostro habitual pero muy emocionado, acompañado por su hermana y familiares más cercanos.

 

Escultura El Tonelero y Luces navideñas de San Bartolomé

 

Corporación, familiares, colectivos y amigos acudieron a la cita, dando comienzo el sencillo acto con música navideña de la mano del Rancho de Pascua de Tinajo, seguido por unas palabras de la alcaldesa, en las que enlazó a “Felipe, tonelero de profesión e hijo de tonelero; y responsable de mantener vivo este oficio tradicional, que ha transmitido a su vez a su sobrino y al hijo de este. En nuestra historia chica, construida con gestos menudos, algunas palabras, pequeñas acciones heroicas, anécdotas coloristas y la sabiduría popular como argamasa que la sustenta, ella  los artesanos son piezas fundamentales”, señalaba. “Personas que, como Felipe de León, a quien dedicamos esta escultura, han amado y mantenido vivo su trabajo a pesar de la dureza de lo artesanal, manteniendo abierto el último taller tonelero del archipiélago, son las que merecen todo el reconocimiento que podamos darle. Decirle gracias es poco, pero hacerlo pervivir en un pequeño pero importante espacio público, engrandece la labor de la tonelería y la suya en particular, como buena muestra son sus ajadas manos por el desgaste del trabajo de toda una vida”.

 

Terminó con una mención al artista que ha dado vida eterna al tonelero y su barrica, Rigoberto Camacho. “Un escultor joven que ha cruzado nuestras fronteras insulares, da clases en la Universidad y da forma a cada pieza con corazón lanzaroteño. Muchas gracias, Rigoberto, por tu fantástico trabajo.Sirva este pequeño homenaje a Felipe, El Tonelero para mostrar nuestro compromiso con la tradición del municipio, nuestro amor por las raíces que nos arraigan a esta tierra y nuestra voluntad política de preservar aquellos valores propios de nuestra identidad que hicieron y mantienen grande a nuestro pueblo”.

 

Se procedió tras las palabras de la alcaldesa al descubrimiento de la escultura que ya es un homenaje silencioso y perpetuo al arte cada más en declive de la tonelería, y palabras cortas de agradecimiento enorme por parte de Felipe de León y del escultor, destacando la importancia de plasmar en arte, momentos sencillos pero que engranden nuestras tradiciones y cultura.

 

La velada continuó con una chocolatada, truchas y bizcochón para todos los asistentes, mientras de fondo sonaba el Rancho de Pascua de Tinajo.

 

El Tonelero, y el escultor, Rigoberto Camacho

 

Esta escultura rinde homenaje a un oficio muy importante en la isla de Lanzarote, en San Bartolomé actualmente es dónde únicamente se desarrolla y desempeña esta labor, por eso, la importancia de este proyecto, que rinde un merecido reconocimiento a un trabajo que durante siglos ha servido para la conservación de los grandes caldos que Lanzarote ha producido a lo largo de su historia.

 

El proyecto  está realizado en el ámbito del realismo escultórico dando importancia a la figura del tonelero y  su barrica. Dicha obra va colocada sobre un pedestal en la rotonda que se ubica en la Avenida Alcalde Antonio Cabrera Barrera. Pretende ser lo más fiel posible a esta tradición por eso la naturaleza de este proyecto que no admite interpretaciones y que solo se centra en la imagen del tonelero apoyado junto a la barrica que antes ha fabricado.

 

La escultura tiene unas medidas aproximadas de 1,80m x 1,20m X1,20m. Estas medidas hacen que el espectador como ser humano compare las proporciones de la escultura consigo mismo siendo aceptadas y no causando extrañamiento, están calculadas para que la obra se acople en el espacio elegido para su ubicación.

 

La escultura está realizada en resina de poliéster y fibra de vidrio con hierro  galvanizado de 40mmx40mm para estructurar y reforzar la escultura en su interior. El acabado de la figura será imitando bronce con nitratos de hierro y cobre, proceso similar al bronce cuya durabilidad es permanente en el tiempo. El aspecto final de la escultura es elegido por la elegancia e importancia que lo visual del material da a la obra ya que por situación cultural e histórica el bronce es señal de importancia y respeto. Material resiste el agua y a los rayos UV.

 

Sobre el escultor

 

Rigoberto Camacho Pérez, 1985. Escultor nacido en Lanzarote. Es graduado en Bellas Artes (2009-2013) y ha cursado Máster de Investigación en Arte y Creación (2014-2016) por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente trabaja a caballo entre Madrid y Lanzarote, compaginando varios proyectos escultóricos con su labor como Profesor asociado del Departamento de Escultura en la Facultad de Bellas Artes de la UCM. Ha obtenido varias becas y residencias entre las que se encuentran Beca de Colaborador Honorífico (2013-2014 y 2015-2016) y Colaborador del Departamento de Escultura (2014-2015) en la UCM; Beca de producción artística Ayllón, donde fue galardonado con el Primer premio de Escultura; Residencia de arte El C.A.V La Neomudéjar y ha participado en numerosos proyectos de obra pública entre los que destacan las obras Elegua, La Levantada y Matrona, situadas en Lanzarote.

 

Ha expuesto en La New Fair (New Gallery, Madrid), JUSTMAD 7 o Fernandez Hurtado Art Gallery en Segovia. Además cuenta con obra en Instituciones y Museos como Identity en el MEAM, Pajarito en Museo Contemporáneo de Ayllón o las Medallas de Baloncesto U20 femenino en el Museo de la Federación Española de Deportes.

 

Su trabajo escultórico se mueve por varios ámbitos, en los que el desarrollo del ser humano en sociedad y la pretensión de libertad junto con la necesidad de control que tiene sobre la naturaleza es un motivo de investigación actualmente.

 

Ocultar la identidad es un tema recurrente en la obra de Rigoberto mediante la utilización de la imagen del payaso desvela el pudor y la prioridad por ser aceptado por los demás. Rigoberto utiliza la escultura como arma de representar la diversidad humana priorizando el trabajo procesual con el único propósito del resultado final mediante masas atractivas enfrentadas ante el espectador a través de las fisonomías y las dimensiones. (*información cedida por el escultor).

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