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Tanausú, un joven lanzaroteño tetrapléjico condenado a vivir sin poder salir de casa

Vive en un segundo piso y una vecina se niega a firmar la autorización para poder instalar un ascensor en el edificio

 

Lancelot Digital

Vídeo: Lancelot Televisión

 

Se llama Tanausú, tiene 26 años, tetraplejía y necesita un ascensor en su vivienda para poder salir a la calle ya que vive en un segundo piso. Su vida se desenvuelve en la cama y pasan semanas sin que vea ni la luz del día.

 

"Me agobio de estar aquí todo el día metido", dice este joven. "Es que estoy aquí todo el día metido, porque salgo cuando mi hermano puede bajarme, que son dos días en semana, y como tiene una hernia discal a veces no me puede bajar. Y también dependo de mi amigo, de su puede venir", cuenta Tanausú, que quiere "salir, despejarse un poco, estudiar y hacer un poco de vida social". "Esto así no es vida, no poder salir. Todo el día metido aquí en este cuarto y ya está", lamenta.

 

Cuando llega el día que puede salir a la calle con ayuda de su hermano, para Tanausú es una felicidad, aunque también un auténtico infierno porque el problema es llegar a la silla. "Me tienen que pasar la silla, después bajarme por las escaleras, pasarme la otra silla eléctrica y cuando me vuelven a subir otra vez lo mismo", explica. Si tiene que ir al médico, la cosa se complica. "Ese día es el peor, porque tengo que estar esperando la ambulancia y luego depende de los chicos que vengan, por el peso, no puede conmigo", confiesa.

 

Esto sucede porque según nos cuenta su madre, Irene, la vecina de abajo se niega a firmar la autorización para instalar el elevador en el edificio, porque el espacio por donde tendría que pasar el ascensor es una zona común.

 

"Llevamos ya para cinco años y pico viviendo así. Yo he pedido por muchos sitios, desde una vivienda para que pueda salir y entrar él, peor no hay contestaciones. Me dicen que sí, que hay una por el Gobierno de Canarias, pero no veo solución ninguna, y este niño cada día está peor, porque tiene que ir cada vez más a hospitales, está cada vez más enfermo, y las ambulancias no es que no quieran llevarle, es que no pueden con él porque pesa mucho por la situación que está, que está en una cama sentado, sin hacer ejercicio y cada vez engorda más y tiene más problemas de salud. Yo quiero que esta gente busque la manera, que pongan el elevador o le den una casa terrera, pero es urgente. Tienen que buscar una solución, porque la vecina de abajo no quiere firmar y si no firma no se puede poner", cuenta la madre de Tanausú, Irene Domínguez, que lleva algo más de un año intentando que se instale un ascensor. "Llevamos un año ya, que nos dijeron al principio que sí, pero cuando fui a arreglarlo todo me dijeron que sin su firma no se podía", apunta.

 

Para este joven lanzaroteño la vida no es fácil. Tanausú desea tener una oportunidad para mejorar su vida cuanto antes y así poder salir, divertirse y estudiar como cualquier persona de su edad.

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