Andrés Medina, el hombre que encontró la granada que tuvo que explosionar la Guardia Civil
Afirma que no es la primera vez que se encuentran restos de proyectiles en este lugar y muestra su preocupación ante las obras que Canal Gestión va a realizar en la zona
Lancelot Digital
Fotos: Cedidas
Vídeo: Lancelot Televisión
Parece que en el barrio de Argana y alrededores nada pasa sin Andrés Medina. Fue precisamente este vecino el que encontró la granada que la Guardia Civil tuvo que explosionar ayer por la zona de Los Diseminados, cerca del vertedero de Zonzamas.
“El lunes por la tarde, sobre las 19:40, estábamos entrenando mi nieto y yo, que venimos por esta zona todos los días y, cuando íbamos caminando por el camino principal que hay desde el barrio hacia la montaña, mi nieto vio lo granada de mortero y se sorprendió un poco. Como ya estamos acostumbrados a encontrar en esta zona tanto granadas de mortero como munición, lo que hicimos es llamar a la Guardia Civil”, explica.
Cuenta Andrés Medina que los agentes acordonaron la zona y la vigilaron durante toda la noche, hasta que al día siguiente, con el lugar bien iluminado, procedieron a la explosición. Tal y como explica este vecino, no es la primera vez que se encuentran restos de proyectiles en este lugar.“Llevo aquí 25 años viviendo y esto, según me cuentan los vecinos más viejos del lugar, era hace 35 ó 40 años el campo de tiro de los militares”, señala.
Por este motivo, Medina se preocupa ante el inicio de unas obras que va a realizar Canal Gestión. “El viento que hemos tenido lo que ha hecho es mover la tierra y dejarlo al descubierto y esto estaba en un sitio por donde pasan todos los días furgones, coches todoterreno, bicicletas, gente caminando y, según me han comentado, van a hacer una obra de Canal Gestión del edificio de Zonzamas que están terminando, para la parte de la depuradora de Montaña Mina, y hay que preocuparse, porque si una máquina se pone a excavar es un peligro”, expone.
En las imágenes pueden ver el agujero en el que se encontraba la granada de mortero, que tenía un calibre de 60 milímetros, y que los miembros del Grupo Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos se encargaron de destruir.
