El juez 'desatasca' la causa contra la clínica dental de Tías por presunta mala praxis
El magistrado observa indicios de negligencia y da continuidad al caso que llevaba cuatro años a la espera
Lancelot Digital
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La batalla de Ana María Leticia Paniagua contra la clínica dental de Tías, a la que acusa de dejarle graves secuelas por una incorrecta colocación de unos implantes sigue su cauce. Después de estar más de cuatro años a la espera, el juez ha dado continuidad ahora al proceso judicial dando diez días al Ministerio Fiscal y a las acusaciones particulares para que formulen escrito de acusación solicitando la apertura de juicio oral o bien el sobreseimiento de la causa, aunque el magistrado mismo observa indicios de negligencia por parte de la clínica.
"La novedad ha sido que el juez ha tenido que pronunciarse sin que aún lo haya hecho la forense ni Fiscalía, porque llevan retrasando tanto una como otra cuatro años un proceso que tarda dos en definirse para pasar al juzgado que lo tiene que juzgar. Ahora pasa a procedimiento abreviado para empezar la instrucción. Pasa al Juzgado de lo Penal, porque es un delito penal", explica la afectada.
La afectada considera además que ha habido un retardo intencionado por parte de la forense y de la Fiscalía. "Estas señoritas no contestas y cuando lo hacen se desdicen y tapan los hechos, todas las pruebas las esconden, aparte del modus operandi que esta señora ha llevado conmigo. Ella me ha hecho un seguimiento durante un año y medio y al final del seguimiento me dijo que daba igual lo que ellas dijeran o lo que yo dijera, que eso era mala praxis, porque una persona que está perfectamente no entra en un hospital y está un mes y medio hospitalizada con dos operaciones. Incluso me dijo que no me arreglara las cicatrices, que estuviera tranquil. ¿Cómo no me iba a arreglar las cicatrices que tenía la cara deformada? Con todo y con esto tenía que haber contestado en cuatro meses y ha tardado un año. Nosotros le hemos tenido que requerir para que conteste y lo ha hecho con un informe que de vergüenza es poco", apunta Ana María Leticia.
Esta vecina de 42 años de edad considera que el auto le da la razón cuando denunció que se le puso un implante sobre un diente y que esta negligencia provocó las graves infecciones que llegaron a poner su vida en riesgo. "La sentencia dice que existía un TAC con el foco, que ellas vieron la radiografía al tercer día de que habían hecho mal el trabajo y no actuaron, los signos de que salía pus, no me cambiaron antibióticos, y lo peor es la forma de mentir en los informes tanto de una como de otra", señala la afectada.
Ana María Leticia se siente dañada y pide que se sepa a verdad y se aplique todo el peso de la ley en este caso.
