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El padre del bebé ingresado con una fractura en el cráneo reconoce que se le cayó

Con tan solo 19 días de vida el niño ingresó en el hospital con el fémur roto

 

  • Lancelot Digital
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    El padre del bebé que ingresaba en el hospital a mediados de noviembre con signos de supuestos malos tratos, reconoció en sede judicial, que su hijo de tan solo cuatro meses de vida, se le había escurrido de las manos cuando le iba a dar el biberón, provocándole una fractura craneoencefálica. 

     

    El magistrado titular del Juzgado de Instrucción número cuatro de Arrecife de Lanzarote, Ricardo Fiestras, ha tomado declaración hoy martes a los padres del bebé de cuatro meses ingresado en un centro público en noviembre ante las sospechas de maltrato.

     

    El instructor de las diligencias previas no ha tomado ninguna medida cautelar contra la pareja -ambos menores de 22 años-, al entender que sus explicaciones fueron coherentes. No obstante, les investiga por la presunta comisión de un delito de maltrato, y en los próximos días tomará declaración a los médicos que trataron al niño.

     

    El equipo médico del hospital público doctor José Molina Orosa de Arrecife denunció ante el Juzgado de Guardia a mediados del pasado noviembre -entre el 14 y el 20- que había activado el protocolo de malos tratos ante el ingreso con fractura de cráneo de un bebé que semanas antes había sido atendido en el mismo centro con un fémur roto.

     

    Cautelarmente, la autoridad judicial acordó derivar la tutela del niño al Gobierno de Canarias y, tras su alta médica, permitir su ingreso en centro de menores público, al tiempo que citaba a los padres para prestar declaración hoy. Ninguno de ambos fue detenido ni privado de libertad en ningún momento.

     

    En su declaración de hoy, la madre del bebé expuso que el caso de la primera lesión surgió cuando el bebé contaba con 19 días de vida. Recordó que ante el evidente malestar del niño, lo llevó ella misma al citado hospital. Allí le explicaron que, o bien el niño se había roto el hueso al meter la pierna por entre los barrotes de la cuna, o había nacido con una burbuja de aire en la pierna que había posibilitado tal fractura.

     

    El padre del bebé detalló en su declaración que la segunda lesión había sido culpa suya. Explicó que al niño lo cuidaban principalmente él y su nuera porque la madre es estudiante, y afirmó que al cogerlo para darle el biberón se le escurrió de las manos y cayó al suelo, admitiendo que por miedo no le había dicho nada a la madre. Esta circunstancia, supuestamente, hizo que cuando ésta llevó al niño de nuevo al médico no informara de lo sucedido, dando pie así a versiones contradictorias sobre la situación. De esta manera, cuando en el centro médico apreciaron que el niño presentaba una fractura de cráneo, se activó el protocolo de malos tratos. El padre reconoció su culpa posteriormente.

     

    La pareja imploró a la autoridad judicial la devolución del niño, aunque la actual situación se mantendrá al menos hasta que se tome declaración a los médicos y se practiquen las pruebas necesarias. Según los investigados, la criatura es un bebé “muy activo”.

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