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La desgracia se palpa



A veces una buena idea se puede convertir en mala si no se adoptan las medidas adecuadas. Es lo que está pasando con la llamada carretera vieja de Guatiza, que va desde la rotonda de Tahíche hasta el cruce de Teseguite, y que hace ahora casi dos años se convirtió en vía lenta para bicicletas. La verdad es que fue una gran idea, de hecho son centenares los ciclistas que la utilizan, sobre todo el fin de semana. Gente de aquí como turistas cuando eligen hacer la ruta norte de la isla. El problema que tiene esa “via ciclista” abierta al tráfico rodado con limitación de 50 kilómetros de velocidad es que muy pocos vehículos la cumplen, por no decir ninguno. Como no hay control policial ni radar fijo todo va a la velocidad que le venga en gana con el consiguiente peligro para los ciclistas confiados que están en una vía para “ellos”, cuando al final no es así.

 

“Pegas” de coches y motos

 

Lo peor no es la circulación de coches a mayor velocidad de la permitida, lo realmente peligroso es ver como, sobre todo los sábados y los domingos, la utilizan moteros y conductores de coches para hacer “pegas” entre ellos. De nuevo nos siguen llamando ciclistas para advertir que este domingo, en torno a las 11 de la mañana, unas 8 motos pasaron a toda velocidad, calculan que más de 130 kilometros, por la “via ciclista” lo que provocó no sólo el asombro sino el susto de los que tranquilamente andaban con sus bicicletas. Algunos de estos ciclistas advierten a las autoridades que un día va a ocurrir una desgracia, se palpa el peligro. Lanzarote se ha convertido en un destino deportivo, tenemos pruebas internacionales como el Iroman que han puesto a la isla como excelente para venir de vacaciones y hacer deporte. A ese logro hay que darle el valor que tiene pero tendremos que convenir que nuestras carreteras no están preparadas, ya incluso ni las que están destinada para ello como la de la vieja vía de Guatiza. Hay que pedir a las autoridades y a la Guardia Civil que tome medidas urgentes, y que al menos los domingos pasen una o dos veces por esa vía, para imponer algo de cordura. Insistimos, hay que proteger al más débil, y ese es el ciclista. Los moteros no pueden utilizar esa vía y otras de la isla para hacer competiciones salvajes.

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