La importancia del coste de la gasolina: ahora sí, antes no
El PSOE presenta en estos días una iniciativa parlamentaria para que prospere una proposición no de Ley con el objeto de bonificar el precio final del combustible en Lanzarote y en Fuerteventura. El objetivo final es aliviar los bolsillos de conejeros y majoreros que pagan entre 10 y 20 euros más que la media regional, ante el constante incremento inflacionista del combustible y la merma económica que eso produce en los bolsillos de los ciudadanos. Se pretende bonificar al consumidor unos 20 céntimos por litro de carburante, tal y como ya se hace en otras islas canarias no capitalinas. Lo cierto es que la medida es positiva para todos, hasta ahí ninguna pega, lo que nos sorprende una vez más son los tiempos. ¿Por qué el PSOE considera ahora fundamental reducir el coste de la gasolina y durante cuatro años de gobierno no lo ha tenido en cuenta?
Ver los problemas sólo desde la oposición
La historia viene de largo, en 2014 el entonces presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, aprobaba lo que se llamó un impuesto al combustible finalista que consistía en incrementar de 0’079 al 0’2 el coste de la gasolina a quienes la venden. En eso insistió el expresidente, señalando que no tenía que ser el consumidor el que soportara el incremento. El objetivo era la mejora de las carreteras de la isla con ese dinero recaudado. En aquel entonces, tanto el PP como Ciudadanos, se llevaron las manos a la cabeza, y el propio Jacobo Medina, actual vicepresidente del Cabildo, aseguró que si él gobernaba eliminaría el impuesto. Gobernó con el PSOE en 2019, pero no lo hizo. Tampoco Benjamín Perdomo que se mantuvo los cuatro años en el Gobierno. Ahora el primero vuelve a gobernar y el impuesto sigue ahí. Y ahora que el PSOE está en la oposición, en el Cabildo y en el Gobierno de Canarias, vuelven a sacar a relucir el tema. No discutimos la importancia que tiene para el bolsillo del ciudadano medio cualquier mejora económica, planteamos lo inverosímil que resulta que siempre se acuerden de los lanzaroteños los que están en la oposición y no en el gobierno. Es decir, que vean los problemas solo cuando no pueden solucionarlos.
