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Madrid mira a Canarias


Los resultados electorales del 26-J no fueron buenos para los nacionalistas canarios. Sobre todo para CC, que sigue perdiendo fuelle en las elecciones generales a pesar de su gran implantación en todas las islas a excepción de Gran Canaria, donde se produjo hace ya unos 10 años un escisión del nacionalismo moderado. Y a pesar de que los resultados no fueron positivos, CC logró mantener el único escaño que ya tenía por Tenerife (el de Ana Oramas), que según los sondeos previos peligraba seriamente por el carácter centralista de estas elecciones, que parecía que se trataban de unos comicios donde sólo se presentaban los cuatros partidos de carácter estatal. Pero sobre todo, lo bueno de lo malo es que, dado como ha quedado la composición del Congreso, tanto el voto de CC y de Nueva Canarias pueden ser decisivos a la hora de conformar un gobierno en España. Nunca Madrid ha mirado tanto a Canarias. O al menos nunca nos ha mirado tan bien obligado por las necesidades. Ya veremos si al final somos imprescindibles para que Rajoy sea presidente del Gobierno, pero hablando en plata, ojalá. Por desgracia la llamada “agenda canaria" sólo se cumplirá si somos necesarios.

 

Aprovechar el voto de oro

 

Y eso una vez más demuestra la importancia de contar con diputados de corte nacionalista en las Cortes Españolas. No se trata como dice un populista Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria por Nueva Canarias, de vender nuestros votos por un plato de lentejas. Se trata de aprovechar al máximo nuestro poco peso político, el que tiene Canarias en España. A veces hay que sacar de vacaciones el falso orgullo de algunos dirigentes que viven del pasado y quieren seguir haciéndolo mientras en Canarias muchas miles de familias están pasándolo muy mal. Esperemos que la decisión de Nueva Canarias diciendo que con “nosotros no cuente Rajoy para ser presidente” sea una impostura o una escenificación más de la política. Lo otro, no apoyar o abstenerse en la investidura de Rajoy, si fuese decisivo el voto de los nacionalistas es un error y una irresponsabilidad histórica. Como bien ha dicho Ana Oramas, si finalmente se apoya a un gobierno del PP (no es la primera vez) es si se negocia y aprueba la famosa agenda canaria. Es una oportunidad de oro para revalorizar Canarias y que se haga justicia con una comunidad que ha sufrido como pocos los recortes de la crisis y una pésima financiación autonómica.

 

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