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Meca no digiere la derrota

 


Digerir cualquier derrota cuesta mucho. La que sufrió Carlos Meca ante su compañera de Partido, Nona Perera, a la que le ofreció, por cierto, el número dos de su lista en la candidatura al Cabildo, va a costarle semanas e incluso meses. La derrota de Carlos Meca representa algo más, mucho más, que el que haya ganado Nona Perera, una mujer canaria de pura cepa, bastante idealista y con el manto de buena persona. Todo lo contrario, en definitiva, de lo que representa Meca: distante, sectario y ruin. Es de aquellas personas, existen, que le divierte hacer daño innecesario a las personas. La victoria de Nona representa también la derrota de aquellos que habían colado sibilinamente en Podemos a su ariete en el Cabildo de Lanzarote en las anteriores elecciones para mantener la bronca y el guerracivilismo en la principal institución de la isla para exterminar a Pedro San Ginés, motivo de todos sus males. Estos también han perdido. No porque Nona Perera no sea tan radical como Meca, tan exigente contra el liberalismo económico como el perdedor o que carezca de políticas sociales cargadas de buenas intenciones como las del otro.

 

La diferencia es que tiene otras prioridades y otras formas más “canaria” de hacerlo desde la humildad y el respeto al adversario. Y, sobre todo, aparenta carecer de obsesiones, al menos tan pronunciadas, contra determinados políticos o empresarios de esta isla. No cree, ni quiere, por lo que le hemos oído hablar en esta campaña, que la política de Podemos deba centrarse en discusiones o debates estériles. Ni ensuciar con excrementos y serrín el plenario cabildicio todos los días. Apuesta más por desplegar políticas de encuentro que puedan mejorar la calidad de vida de los más desprotegidos socialmente y mejorar el territorio sobre el que vive apostando por políticas verdes. El tiempo dirá si los que han elegido a Nona Perera para que represente a Podemos en Lanzarote han acertado o no ofreciéndole su confianza. Lo que si está claro es que la política desarrollada por Meca en estos casi 4 años en el Cabildo no ha logrado calar en la población más desfavorecida, que es la que no se ha beneficiado de los cara a cara contra San Ginés. El hecho de que Meca sea el político peor valorado de Lanzarote, según el último macro sondeo de CC, tampoco habla muy bien de su gestión y de sus formas.

 

El mal perder y malmeter de un derrotado


Lo que más ha llamado la atención de la sorpresiva victoria de Nona Perera, aunque haya sido por un sólo voto de diferencia, lo que suele fastidiar aún más, es el mal perder que ha demostrado Carlos Meca y su corte de paniaguados políticos al minuto uno de conocerse la noticia de su cruel derrota. Es el caso del otro perdedor de Podemos, Daniel Cabecera, quién piensa, el pobre, que con la victoria de Perera regresará al “paro” tras los cuatro años de asueto que le brindó Meca para que le sirviera de fiel escudero. Estos señores no sólo no han realizado un ápice de autocrítica, envainándose por decoro la cruel derrota y llorarla en su casa, sino que en lugar de felicitar a la vencedora la han puesto a caer de un burro. Que si jugó sucio en las primarias, que si pidió a otros militantes de otros partidos que la votaran, que si algunos medios de comunicación apostaron por ella y no por Meca (los de El Reducto están de luto, por cierto).

 

El odio les llegó a asegurar que Nona Perera estaba apoyada por el empresariado insular, lo que no es sólo una ridiculez, sino una maldad. Se les perdona tanta estulticia a los perdedores porque Nona y gente saben que están heridos de muerte tras la derrota, pero tanta maldad sólo puede venir de los que se creen que Podemos era de ellos y no de la militancia. Tanto ha llegado el dolor de la derrota que Meca ahora pide a Podemos que cambie el reglamento de primarias para evitar la contaminación y las suspicacias. Lo dice ahora que perdió y no antes cuando ganó el honor de encabezar la lista de Podemos al Cabildo con el mismo método "perverso". Cuando más se recreen en la derrota más tiempo costará superar el trance. De todas formas, no se preocupen los amigos de Meca por el futuro de este personaje de cartónpiedra. Siempre le quedará su “Agitador” para soltar su bilis y la Fundación para mantenerlo como en el pasado si fuera menester. Y, ahora, herido, desangrándose lentamente, es más peligroso para Lanzarote. “Ay mi madre”. ¡¡Qué miedo!!.

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