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Radioterapia en Lanzarote, una cuestión de justicia

 

Una media de doscientas personas al año tienen que viajar a Gran Canaria desde Lanzarote para recibir radioterapia. Lo hacen, obviamente, a través del Servicio Canario de Salud. Tienen que coger un coche para ir al aeropuerto, coger un avión (a veces se demoran, a veces no salen por cuestiones meteorológicas o averías) y luego coger un taxi hasta el hospital Doctor Negrín. Y la misma operación al regreso. Eso sí, de vuelta con un “chute” de radio en el cuerpo que a algunos pacientes les sienta muy mal y lo debilitan. Todo estos inconvenientes se añaden a los propios que genera el cáncer. La Asociación de Familias Oncohematológicas de Lanzarote (AFOL) viene solicitado desde hace años que se ponga una Unidad de Radioterapia en Lanzarote, una reivindicación no sólo justa sino urgente. Es cierto que los recortes que ha tenido la Sanidad pública por la famosa crisis del 2008 complicaron las cosas, como la complicó el nefasto sistema de financiación de los servicios básicos Canarias-Estado, firmado en la época de Zapatero, que nos “roba” todos los años a los canarios unos 700 millones de euros entre Sanidad y Educación, principalmente y como es cierto que, pacientemente (nunca mejor dicho), Lanzarote y sus enfermos de cáncer hemos soportado esta realidad. No había dinero y eran tiempos muy complicados para aumentar gastos, pero todo tiene un aguante. Y ya es un número considerable de personas en la isla las que están viviendo una situación altamente denigrante e injusta con respecto a los enfermos de las otras islas más pobladas. Con este tema no queremos politizar, ni caer en la demagogia. Instalar una Unidad de Radioterapia en Lanzarote tiene sus dificultades. No sólo se trata una inversión cuantiosa, sino que además necesita de un personal cualificado y especializado, pero creemos que el Gobierno de Canarias tiene que ser consciente de que ya la situación es realmente inaguantable y gravosa desde el plano de la justicia igualitaria, del trato que recibe un ciudadano de Lanzarote y otro de Gran Canaria cuando pagamos los mismos impuestos. Precisamente, nos gustó mucho la música del discurso de Fernando Clavijo, presidente del Gobierno de Canarias, cuando defendió los famosos Fondos de Desarrollo de Canarias, y sacó el concepto de solidaridad de las islas más pobladas con la menos pobladas. Y de eso estamos hablando, de solidaridad y de humanidad.

 

Ambulancia medicalizada, ya

 

Se nos había prometido por parte del exdirector del área de Salud Pública de Lanzarote, el socialista José Brito, que durante el otoño pasado estaría en la isla una segunda ambulancia medicalizada. Sin embargo, lo cierto es que ha pasado el otoño, estamos en pleno invierno, y nada se sabe de la citada ambulancia. Más bien lo rumores son que el anterior consejero de sanidad del gobierno de Canarias, todo él socialista, el señor Moreno, había comunicado a Lanzarote que era imposible por falta de presupuesto. Y la realidad es que en una isla con 132.000 cartillas sanitarias y 60.000 turistas de media que diariamente están en Lanzarote es inexplicable cómo sólo hay una ambulancia de ese tipo. Tener dos ambulancias medicalizadas en Lanzarote no es un lujo como algunos interpretan erróneamente. Por el contrario, es una obligación. Se ha dado el caso de necesitar un servicio de la ambulancia medicalizada y no poder cumplir porque está ocupada trasladando a un paciente grave al aeropuerto, o necesitarla en un accidente en el sur de la isla y estar la ambulancia en un servicio en la zona de Haría, en la otra punta. La Unidad de Radioterapia y la segunda ambulancia medicalizada son los dos grandes retos que los políticos de la isla deberán conseguir antes de las próximas elecciones. Nada digamos de reducir las famosas listas de espera, sobre las de especialistas y de intervenciones quirúrgicas ya que, a pesar de que algo ha mejorado en el periodo de la gerencia de José Luis Aparicio, todavía queda mucho por hacer. Más dinero si, más eficiencia, también. Confíamos en que el nuevo consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, el señor Baltar, sea receptivo con los problemas de la sanidad en Lanzarote y aporte soluciones. Fácil no es, pero imposible tampoco.

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