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Inmigración a Canarias, “se veía venir”

Por Antonio Coll

 

Hace meses advertí,  en diferentes entregas,  que el descontrol migratorio, desbordaría la llegada a las Islas Canarias, de personas procedentes de distintos países de África. Hacía un llamamiento al Gobierno Español y a la misma Comisión Europea,  de frenar, con acciones contundentes, el desembarco constante  de miles de inmigrantes. Ni caso. Ahora, meses más tarde, y con la difusión de la información en medios de comunicación de ámbito estatal,  el Gobierno Español anuncia situar la crisis migratoria a Canarias, en la agenda de prioridades, al comprobar  la escalofriante cifra de más de 16.000 migrantes, en los últimos meses. Y la cuestión más preocupante es que la avalancha de inmigrantes,  según todos los parámetros, es imparable. Es decir que el descontrol, por no hablar de “invasión”,  si no se toman medidas disuasorias,  provocará un escenario de repulsa,  en la sociedad canaria,  al ver que el Gobierno Español no protege a un archipiélago ultraperiférico, situado frente mismo al continente africano y alejado, geográficamente, de la Europa Occidental. 

 

Sin entrar en los tópicos de costumbre, de que tenemos que ser una sociedad de acogida, de solidaridad, etc…la cuestión migratoria de Canarias, supera con creces a una llegada minoritaria y regulada, como sucedía en los últimos años.  Esta situación de llegada constante, está creando una incapacidad palpable en los Cuerpos de Seguridad del Estado, Cruz Roja, Centros Sanitarios, Policía Municipal, Servicios de Emergencias, ONG  y en las propias administraciones locales, ayuntamientos y cabildos, que se han visto desbordados por una “invasión” continuada,  que limita los medios establecidos para acoger y atender a los que huyen de sus países de origen.

 

En anteriores artículos,  ya exponía la preocupación de la población canaria y residente, que con todos sus problemas e incertidumbre económica,  provocada por la pandemia vírica,  no pueden dar respuesta a las miles de personas que están llegando, de forma irregular e ilegal,   a sus costas. Tampoco como una comunidad autónoma, puede intervenir para resolver los conflictos bélicos, hambrunas y miserias que existen en determinados países subsahariano. También hay que recordar que el anuncio del Frente Polisario, implantado en tierras de Argelia, de prepararse para un conflicto bélico con el Reino de Marruecos, con toda seguridad,  aumentará  la movilidad de personas, forzadas por el miedo y la inseguridad. 

 

El  “discurso de la calle” es bien sabido sobre el fenómeno migratorio y entendible por la situación que vive las islas, respecto a la crisis sanitaria que ha frenado al sector turismo y comercio, multiplicando la crisis económica en la mayoría de los ámbitos sectoriales.

 

En esta situación no se puede articular el mejor modelo del derecho que tiene cualquier persona a emigrar. Se trata de frenar, en todo lo que se pueda,   el descontrolado  flujo migratorio  y con todas las perspectivas de aumentar cada día. Y Canarias,  como archipiélago, no puede permitir esta situación que ya se califica de caótica.

 

El Gobierno de Canarias, dentro de sus competencias, ha de exigir al Gobierno Español acciones contundentes para el crecimiento vertiginoso de llegadas de inmigrantes a las islas que ya se encuentran incapacitadas para acogerlos de forma digna. Es una cuestión del Estado Español proteger a su comunidad autónoma más alejada del continente europeo. Por ahora, solo he visto una visión contemplativa de la grave situación. Espero que sea vedad el anuncio del Gobierno central de situar esta crisis migratoria  entres sus prioridades.  Hace tiempo que “se veía venir” pero se miró para otro lado.  Ahora, con más de 16.000 migrantes en las islas, parece que el Gobierno se va a preocupar,  aunque con “mucho retraso”.  Ya veremos.

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