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Mensaje directo del Rey Felipe VI

 

Por Antonio Coll

 

Escuché, en directo, íntegramente el discurso navideño del Rey Felipe VI y percibí su preocupación por la incertidumbre que vive España, destacando la investidura para conformar un gobierno y la encrucijada de la situación en Cataluña, que  sólo puede ser abordada con responsabilidad y bajo los criterios de la Constitución. Habló de los cambios profundos y acelerados que se vive en la actual época, lo que provoca en la sociedad española, según el Jefe del Estado: “preocupación e inquietud”.  Destaco también el mensaje sobre la prosperidad, ante las adversidades, diciendo: “El progreso de un país depende, en gran medida, del carácter de sus ciudadanos, de la fortaleza de su sociedad y del adecuado funcionamiento de su Estado”. Recalcó que el mundo no vive tiempos fáciles, pero España tiene un gran potencial de país que lo ha demostrado en sus cuatro décadas de democracia. El Rey resalto que “España es un Estado de Derecho Democrático y Social” y este sistema asegura la convivencia, a pesar de la desconfianza de muchos ciudadanos, en los últimos tiempos, en sus instituciones, acentuando la “crisis catalana”.  Pero remarcó que gracias a la Constitución  y los valores que encarna la Carta Magna han permitido la convivencia y gracias a ella se ha derribado actuaciones intolerantes, de rencor y de incomprensión que en otras épocas se vivió. Felipe VI, en este aspecto reiteró que: “Los desafíos no son sencillos pero tengo el convencimiento que se superarán…”  Mi interpretación es que el Rey es consciente de la fuerte tensión que vive el Estado Español por el conflicto independentista en Cataluña y los que están orquestando una alternativa a la Monarquía parlamentaria, para convertir al Reino de España en una supuesta república, al que se puede calificar de “retórica populista” porque para ese cambio se requiere unanimidad en más de  dos tercios de las Cortes Españolas (Congreso y Senado). Son hipótesis de grupos minoritarios porque percibo que los ciudadanos de este país no están ahora para esas veleidades que, por otro lado, agravaría la situación de los españoles y algunos episodios históricos pueden servir de experiencia.  Es mi opinión personal y, por supuesto, lo plasmo abiertamente de que hay que alejarse de extremismos innecesarios y lleno de incertidumbre. La Constitución actual reconoce claramente la diversidad territorial, con 17 comunidades autonómicas, muy similar a un estado federal. Por eso, lo más conveniente es alejarse de aventurismo y afrontar la realidad actual, si se quiere modificando o actualizando la Constitución del 78, pero que no signifique poner en peligro la soberanía del Reino de España. Aclaro que “república” no significa que sea necesariamente un estado de derecho democrático. En el mundo hay muchas repúblicas dictatoriales  y otras políticamente inestables, empobrecidas y atrasadas. Lo expongo porque existe mucha confusión con dicho vocablo.

 

No hay que temer las diferencias ideológicas y la multiculturalidad que conforma el Reino de España, porque ello enriquece a un país. En el sistema de economía social de mercado actual, el Estado y sus gobiernos centrales y autonómicos, han de tratar de conseguir un orden social más justo, garantizando la libre iniciativa y, por supuesto, el progreso social. Ello permite vivir en un estado de bienestar para todos sus habitantes.

 

 

El Rey Felipe VI,  en su mensaje,   fue directo y puso de manifiesto la realidad actual, con sus luces y sombras. Por eso me gustó su carácter abierto y su defensa a ultranza de la Constitución que ha permitido un periodo de 40 años pacíficos, a pesar de los altibajos aparecidos en una de las regiones más ricas del Estado. Pero adoptando decisiones eficaces todo se puede superar. El Estado tiene las herramientas para ello.

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