Aprovechan que la Policía dormía para hacer un botellón en La Graciosa

El concejal de Policía lamenta la actitud irresponsable de esos menores que acudieron el fin de Semana a Caleta del Sebo a celebrar una fiesta ilegal

Un centenar de menores lanzaroteños que fueron a pasar el fin de semana a la Caleta del Sebo realizaron en la madrugada del sábado un multitudinario botellón en La Graciosa en el que no se respetaron las restricciones de seguridad de distancia social, ni el uso de mascarillas. Según el concejal de policía de Teguise, Miguel Ángel Jiménez, aprovecharon que los guardias municipales, desplazados a La Graciosa por la festividad del Carmen, dormían tras una larga jornada de trabajo. “Vinieron un grupo de personas a pasar un fin de semana, muchos niños que se quedaban a dormir en la playa porque no tenían alojamiento, y en el periodo de  descanso de la Policía, que terminaba su servicio a las cuatro y entraban de nuevo a las siete de la mañana, hicieron esta fiesta a las cinco y media de la mañana”.

Miguel Ángel no cree que haya sido una cuestión de que había pocos o muchos policías sino de responsabilidad de esos jóvenes y de sus padres. “Esto no es una cuestión de poco policía, había efectivos suficientes para lo que estaba previsto. Es una cuestión de educación y de responsabilidad de sus padres”, señala indignado. “No es el Ayuntamiento el que debe educarlos. Sabiendo la situación que está viviendo España, y Canarias, estas cosas no se pueden permitir”.

Por otro lado, el jefe de la Policía denunció la actitud incívica de esos jóvenes que dejaron hecho un estercolero la zona de acampada de la Playa del Salado. “Dejaron la zona hecha un desastre, llena de basura. Fue necesario incentivar el trabajo del departamento de Limpieza para recoger todo aquello. Afortunadamente, se ha hecho un buen trabajo al respecto y el lunes estaba ya todo limpio. Repito: es una cuestión de respeto y de educación”.

El Ayuntamiento de Teguise aclaró que realmente las fiestas del Carmen no se han celebrado este año por lo que no esperaban que esos menores realizaran ese sorpresivo botellón, que realmente fue el único incidente ocurrido este fin de semana en la llamada Octava Isla de Canarias