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Canarias y Lanzarote asfixiadas por la inmigración

La avalancha de pateras a las costas canarias hace evidente la falta de recursos de las islas para afrontar por sí solas un problema de carácter internacional

 

  • Lancelot Digital
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    La llegada de pateras a Canarias, en plena crisis sanitaria y económica motivada por el coronavirus, se ha cuatriplicado este verano, llegando a cotas cercanas a las alcanzadas en la anterior crisis, en 2008 y 2009. No hay día en que no arriben a las costas de las islas dos, tres o cuatro pateras con cientos de personas a las que hay que las islas tienen que ofrecer un trato digno y humanitario. ¿El problema? No hay recursos y no hay espacios. Las infraestructuras de Lanzarote y Fuerteventura, así como las de Gran Canarias, están saturadas. Las naves instaladas para acoger a los que van llegando, también están llenas. El Estado ha recurrido a los hoteles de la isla como recurso temporal para alojar a los inmigrantes, algo que no ha gustado demasiado a muchos hoteleros que creen que se daña la imagen del turismo insular.

     

    Hay quienes demandan que se permita el uso de los cuarteles, quién exige la intervención del Ejército y quien se opone a que estas personas que se queden en Canarias, sea como fuera, la polémica está servida. De hecho, Fuerteventura ha dado un paso al frente y sus seis municipios se han unido para decir al Estado que en sus hoteles no se van a alojar inmigrantes porque lo consideran negativo para la imagen turística de la isla.

     

    En Lanzarote, además de las naves instaladas para albergar a los inmigrantes, y los que se encuentran alojados en el Aula de la Naturaleza de Máguez porque han dado positivo en coronavirus, ya se ha comenzado a albergar a grupos de inmigrantes en algunos establecimientos turísticos de la isla. El primero en prestarse a ello se ubica en Tías, un paso que el concejal del área del municipio, Mamé Fernández, no ha dudado en alabar porque considera que dota a Tías de una imagen positivo de gente amable y solidaria.

     

    No todos los políticos son tan optimistas. La situación comienza a preocupar y mucho. El diputado del Grupo Nacionalista Canario, Oswaldo Betancort, criticaba la inacción y la impasibilidad del Gobierno de Canarias ante el abandono del Gobierno de Madrid, presidido por Pedro Sánchez, ante el incremento de llegada de pateras “en medio de la situación económica y social generada por el repunte de la pandemia que estamos viviendo desde el pasado marzo”.

     

    Desde Lanzarote, “comprobamos la falta de medidas, la falta de medios y la falta de iniciativas que den respuesta a las necesidades de cientos personas que se juegan la vida en el mar y que tienen que ser atendidos con todas las garantías y dándoles una salida a su situación”, señalaba.

     

    Desde el Grupo Nacionalista Canaria  señalan que quieren “ recordar que los inmigrantes llegan a Canarias porque es una puerta de entrada viable para llegar al continente europeo, por lo que esta situación se convierte en un problema de Estado que no se puede permitir mirar para otro lado y hacinarlos en las islas sin suficientes medios, instalaciones, atención sanitaria, alimentación, etc”.

     

    Hace unos meses el diputado conejero, que también es alcalde Teguise, trasladaba al consejero de Administraciones Públicas, Julio Pérez, la preocupación de las islas, principalmente de Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria, sobre el aumento de pateras en unas condiciones sanitarias complicadas, “y casi le pareció mal que sacara el tema porque según él no había nada de lo que preocuparse, estaba todo controlado”.

     

    Si era así, ¿cómo se ha llegado a esta situación? Inmigrantes que llegan hasta la isla de La Palma sin ningún control, alojados en complejos turísticos por la incapacidad de la Administración de encontrar espacios adecuados; un SIVE que no se sabe si está funcionando o no, y un parón a los traslados a otros puntos de España para evitar “un efecto llamada que sin duda no están consiguiendo y que está provocando en las islas numerosos problemas”.

     

    Mientras tanto, “tanto la Delegación del Gobierno como el ejecutivo del cuatripartito siguen mirando para Madrid que, como solemos decir, ni está ni se le espera”, ironizó el diputado.

     

    “Esperamos que esta situación no tenga que agravarse más para que el gobierno de Ángel Víctor Torres reconozca que puede tomar medidas efectivas y coordinadas desde todas las administraciones implicadas, y no pase como con el sector turístico que hasta que no le vieron ‘las orejas al lobo’ ni siquiera intentaron implantar los test en destino”, señaló.

     

     

    Situación muy preocupante

     

    La situación, ya complicada, puede convertirse en dramática si siguen llegando pateras como es de esperar dado el buen tiempo de la mar y que las mafias han cambiado las rutas, señala una de las ONGs de la isla que conoce la situación en el norte de África con miles de inmigrantes esperando para dar el salto a Europa.

     

    Así las cosas, el Estado no sabe cómo solucionar el problema. La Delegación del Gobierno de Canarias está desbordada. La presidenta del Cabildo de Lanzarote, Dolores Corujo, por cuestiones humanitarias y por salvar un poco la mala imagen del Gobierno de Pedro Sánchez con la gestión de la inmigración irregular está haciendo lo que buenamente puede.

      

    Algunos creen que Dolores Corujo se equivoca parcheando la situación porque evita soluciones reales del Estado. El ministro de Inmigración, José Luis Escrivá, se ha tomado con calma su visita a Canarias. "Ya iré cuando tenga la agenda despejada", señalaba a comienzos de mes, palabras muy criticadas por la oposición.

     

    Canarias no debe cargar sola con un problema que no es suyo

     

    El senador por Lanzarote, el socialista Manuel Fajardo, señalaba en un artículo de opinión remitido a los medios de comunicación de la isla, la implicación de la Unión Europea y del Estado Español en el grave problema que sufre Canarias con la inmigración. El objetivo es que la “Comunidad Autónoma de Canarias y los cabildos insulares dejen de cargar con un problema que no es suyo y para el que carecen de los recursos adecuados”.

     

    Fajardo apuntaba que, en efecto, “la situación de la inmigración irregular hacia las Islas Canarias es insostenible. En este diagnóstico estamos de acuerdo todos en el archipiélago, pero no ahora, a la vista de los flujos de embarcaciones y personas a los que estamos asistiendo en esta temporada, sino hace ya mucho tiempo, desgraciadamente. En lo que discrepamos con algunos es en el significado profundo del problema y en la manera de afrontarlo, porque rechazamos el racismo y la xenofobia. Pero, de lo que no cabe duda es que la Unión Europea tiene que implementar con urgencia una política común de fronteras y acogida de inmigrantes presidida por el respeto a los derechos humanos”.

     

    “La inmigración no va a parar, porque no se le pueden poner fronteras al hambre, la miseria, las guerras y a los legítimos deseos de mejora de los desposeídos del mundo. Las personas van a seguir saltando vallas, cruzando mares en frágiles embarcaciones y jugándose la vida para migrar mientras la humanidad no sea capaz de entender que habitamos un mismo planeta que nos debe alimentar a todos y en el que esperar una vida digna. Pero, mientras tanto, tenemos que ser capaces de abordar el problema con la implicación, por este orden, de la Unión Europea y el Estado Español, para que la Comunidad Autónoma de Canarias y los cabildos insulares dejen de cargar con un problema que no es suyo y para el que carecen de los recursos adecuados”.

     

    “Al encontrarnos desbordados, inevitablemente, se extiende entre la población con facilidad el miedo al contagio por coronavirus, pero se trata de un temor infundado como demuestran los datos. Más de 600 firmas respaldan ya el 'Manifiesto Ciudadano de Lanzarote para el Trato Digno de las Personas Migrantes', quienes señalan que el supuesto riesgo de contagio de la covid-19 por las personas llegadas en pateras tiene más que ver con xenofobia que con la situación sanitaria concreta, principalmente porque, además de una cuarentena preventiva, se les practica pruebas de forma sistemática”.

     

    “En Lanzarote, en Canarias, todos los años y durante todo el año, pero sobre todo por estas fechas de bonanza en Atlántico oriental, nos vemos obligados auxiliar a una gran cantidad de personas sin disponer de las infraestructuras ni los medios materiales y humanos necesarios para ello. No están en régimen de todo incluido, como alguno ha insinuado con malicia, sino que en su mayor parte se encuentran internados y en cuarentena, al raso, bajo carpas o en instalaciones pequeñas o que no reúnen condiciones, lo cual —tengo que reconocerlo— contradice nuestro compromiso ante el fenómeno migratorio de combinar respeto por los derechos humanos, cooperación con los países de origen y tránsito, control de la inmigración irregular y políticas de integración”.

     

    “La resolución de los problemas pasa inevitablemente por reconocer su existencia, sus causas y su dimensión. Y en Lanzarote, en Canarias, tenemos un problema con la inmigración ilegal, pero que está estrechamente relacionado con los derechos humanos y que no está siendo atendido adecuadamente. En las Islas necesitamos medios y recursos y una política basada en el realismo, la solidaridad y desconectada de la agenda partidista que ordene las políticas migratorias conforme a los principios del Estado de Derecho y, a la vez, garantice el respeto de la dignidad de todas las personas que llegan y el reconocimiento de sus derechos fundamentales”.

     

    “De la Unión Europea reclamamos políticas de buena vecindad, cooperación y codesarrollo con los países de origen de los flujos migratorios y los de tránsito. Y pronto, porque se corre el riesgo de que esta tormenta perfecta formada por la emergencia sanitaria y la subsiguiente crisis económica y social acabe generando olas tan enormes que sean imposibles de navegar”, concluye el senador del PSOE por Lanzarote y La Graciosa.

     

    Fuerteventura dice no

     

    Los seis municipios de Fuerteventura han rechazado el realojo de migrantes en diferentes hoteles de la isla por parte del Gobierno de España porque supone un "varapalo" para la imagen turística exterior.

     

    Así se puso manifiesto este fin de semana durante una reunión de los representantes de turismo de los consistorios de Antigua, Betancuria, La Oliva, Pájara, Puerto del Rosario y Tuineje en la que se abordó la situación turística actual.

     

    En este sentido la municipalidad no entiende este tipo de acciones, "máxime cuando existen en la isla infraestructuras públicas habilitadas para el alojamiento temporal de migrantes con las máximas garantías de salubridad y seguridad, como las soluciones habitacionales que ya habría ofrecido el Cabildo a principios de este año".

     

    En un comunicado conjunto difundido a los medios de comunicación, los concejales del área han coincidido en que alojar a migrantes en complejos turísticos "va totalmente en contra de los intereses de Fuerteventura y del trabajo de promoción turística que se está haciendo".

     

    Por otro lado, si bien apuntado a que la reapertura de la mayoría de los establecimientos alojativos de la isla tras el cese del estado de alarma y hasta hace unas semanas, dejó muy buenos datos de ocupación, por lo que confían en una recuperación en cuanto se levanten las restricciones de los principales países emisores de turistas.

     

    Además, los responsables municipales de turismo han compartido el desasosiego del sector ante la nueva caída de ocupación, pero han insistido en trasladar un mensaje de optimismo teniendo en cuenta la madurez y consolidación de Fuerteventura como destino turístico.

     

    Por ello, han hecho especial hincapié en la necesidad de invertir y concienciar a la población y al tejido empresarial para tener un sistema de seguimiento y control coordinado entre instituciones contra la propagación del virus.

     

    Los ayuntamientos han hecho así un llamamiento a la responsabilidad individual en el cumplimiento estricto de la normativa sanitaria limitando los contactos sociales, de manera que se pueda contener.

     

     

    ¿Estamos preparados?

     

    La secretaria de Estado de Migraciones, Hana Jalloul, ha afirmado que el Gobierno de España ha actuado "rápido" con la crisis migratoria en Canarias y que está "preparado" ante el aumento de pateras, señalando que el alojamiento de migrantes en hoteles de Gran Canaria y Fuerteventura es "transitorio" y una práctica "bastante común" en situaciones de emergencia social.

     

    Ha explicado que durante estas semanas "se ha demostrado la capacidad del Estado para hacer frente a este tipo de situaciones", al tiempo que remarcó el papel de las instituciones canarias.

     

    "Creo que el Gobierno ha actuado de manera muy rápida y no se ha quedado nadie en la calle. El único percance pequeño fue el del Puerto de Arguineguín porque se tenían que realizar PCR, esperar resultados, ese día llegaron muchas pateras y además se produjo junto al desalojo de muchos centros educativos -cedidos por Canarias para ubicarlos antes del curso-", apuntó sobre los cientos de migrantes que han estado días hacinados en el propio muelle.

     

    Jalloul dijo que aunque se podía tener una previsión de que la ruta atlántica se podría abrir, no se podía saber con la certeza de los últimos tiempos "porque no sabíamos que iba a haber ese incremento tan importante que también es por el Covid-19".

     

    Al respecto, la secretaria de Estado ha hecho especial hincapié en que la Administración Central ha actuado "rápido" y que no es "ineficaz".

     

    En cuanto al alojamiento de migrantes en hoteles de Gran Canaria y Fuerteventura, insistió en que es una medida "transitoria" y que los complejos estaban vacíos, por lo que se ha "ayudado a reactivar la economía del sector".

     

    "En todo caso -matizó-, estos recursos hoteleros son una práctica bastante común en situaciones de emergencia social, cuando hay frío, catástrofes, derrumbamientos... son recursos transitorios ante una situación sobrevenida".

     

    Por otra parte, Jalloul opinó que el Estado está preparado para afrontar cualquier nuevo tipo de llegada masiva de pateras, "y creo que ya lo hemos demostrado". "No tenemos miedo -expuso-. Estamos preparados y nos articulamos muy bien con las administraciones locales y el resto de ministerios".

     

    Este reportaje se publicaba en el periódico Lancelot de Octubre

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