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Lanzarote también tiene problemas para cubrir la demanda en la venta de vehículos

Los concesionarios esperan que la situación se mejore en un escaso periodo de tiempo

 

  • Lancelot Digital
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    Se ha vuelto a lanzar la señal de alarma en cuanto a la dificultad para poder comprar un vehículo en Canarias. Lanzarote no es ajena a este problema. Hemos hablado con algunos de los principales concesionarios de coches de la isla y reconocen cierto retraso, pero no en la misma medida que en otras islas del archipiélago.

     

    En este sentido, Tello Hernández Cabrera, jefe de Ventas de Orvecame, asegura que “si el coche está en stock se lo lleva al día siguiente, sobre la marcha, matriculado y todo, otra cosa es cuando es un pedido a fábrica. Los pedidos a fábrica, si son para stock tardan de seis a nueve meses, pero si lo pides con nombre del cliente son ediciones especiales y tardan entre tres y cuatro meses”, afirma.

     

    Por su parte, Óscar Luzardo, gerente de Juan Toledo SL, apunta que “nuestras marcas, tanto Renault como Dacia, nos están permitiendo satisfacer al 80% de nuestros clientes. Es verdad que algunas marcas y modelos concretos están superando incluso el semestre. Como suele suceder en la mayoría de los productos de consumo, Lanzarote requiere plazos mayores y escalas intermedias. Se trata de un problema institucional que afecta a muchos sectores”, explica, apuntando que en la mayoría de los casos están tardando entre 15 días y tres meses.

     

    Si bien es cierto que la guerra en Ucrania ha complicado la adquisición de componentes para los vehículos, el verdadero problema llegaba en la pandemia. “Ya desde entonces teníamos el problema de los chips que viene de Corea, de Taiwan y de China, la mayoría de las marcas estaban cerradas por la pandemia o con servicios mínimos. Llegó un momento en que nadie pidió chips y los compraron otro tipo de analógicas, para las tablets, las televisiones, etcétera… como no se reservaron para los vehículos, venimos arrastrando desde entonces esa carencia”, explica Hernández Cabrera.

     

    Por su parte, Luzardo señala que “efectivamente la pandemia tuvo sus consecuencias en la fabricación mundial de componentes y que en nuestro caso se agravó con los problemas de la logística y los transportes”.

     

    En definitiva, pandemia y el conflicto ucraniano por distintos motivos y afectando a distintas cuestiones han creado esta situación de inestabilidad que desde los concesionarios se espera se resuelva en escaso periodo de tiempo.

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