Ocho años esperando por una licencia que no llega
Una pareja protesta ante la oficina municipal de La Graciosa y exige que se les permita terminar la obra de su casa para poder vivir en ella de una vez
Plantados delante de la oficina municipal del Ayuntamiento de Teguise en La Graciosa, Manuel Victoriano Hernández Curbelo y su pareja Mesi piden una solución urgente a la situación en la que se encuentran: desesperados esperando por la licencia de obra de su casa desde hace más de ocho años.
Victoriano es un pescador graciosero, de 53 años, que siempre ha cumplido con todas las normas y las leyes. Construyó su casa en un terreno propio con sus manos y, cuando se vio obligado por una separación a reformarla y dividirla en dos, se ha encontrado con un infierno que parece no tener fin. Más de 30.000 euros gastados en alquileres, obras iniciadas y paralizadas, ocho años de espera y una depresión profunda son las secuelas de este infierno en el que se encuentran.
“Estamos desesperados”, afirma Mesi, pareja de Victoriano. “La historia se remonta hasta hace ocho años cuando la entonces mujer de Victoriano acudió al Ayuntamiento para informarse de cómo se tenía que proceder para llevar a cabo la división horizontal de la casa ya que se habían separado. Allí le comunicaron que, viendo su renta, se podían acoger al servicio de Redacción de Proyectos Técnicos de Vivienda de primera necesidad social y que, así, sería el mismo Ayuntamiento el que se encargaría de todo y ellos no tendrían que hacer nada. Pasaron años y cambiaron las cosas. En 2015, Victoriano y yo nos mudamos a un piso de alquiler, en teoría, por unos meses, ya que el arquitecto acabaría supuestamente todo a finales de julio y a finales de año tendríamos la licencia. En agosto de 2016, finalizó la redacción del proyecto pero tardaron hasta el 3 de octubre de 2017 para poder pedir en sí la licencia…. Pero siguió sin pasar nada. En 2018, volvimos a acudir al alcalde para que nos ofreciera una situación porque ya llevábamos tres años de alquiler y nuestra situación estaba empeorando. Nos dice que a finales de octubre le mandáramos un whatsapp porque habría un Pleno en el que se nos concedería la licencia… si era necesario por decreto… tampoco pasó nada”.
La desesperación se va haciendo evidente a medida que avanza la narración de la pareja. “La situación de Victoriano, que sufre de una depresión profunda a raíz de toda esta situación, va empeorando”, explica, y asegura que siguen en trámites con el Ayuntamiento. “Nos dicen que teníamos que esperar dos años más porque el Plan de Uso y Gestión de La Graciosa está paralizado y no sabían bien cómo proceder. Al ver nuestra desesperación nos aconsejan que comuniquemos que empezamos a construir por silencio administrativo ya que pasaron 16 meses desde que iniciamos la solicitud de obra. Esperamos incluso 30 días, pero empezamos a construir. El médico incluso le aconseja que, como parte de la terapia, que se ponga a trabajar en la obra y salud mejoró”.
Mesi lo dice muy claro. “Nosotros no pedimos dinero, ni ayudas sociales, queremos poder terminar los 45 metros de terraza que nos quedan por construir, techarla y mudarnos, por fin a esa casa”, explica. “Nos faltó poner el sobretecho para concluirla porque hace un año nos pararon la obra, justo después de las elecciones. Teníamos todo el material comprado, pero no nos dejan continuar porque nos dicen que no es posible un silencio administrativo en este caso. Nosotros estamos ahora mismo en una situación de exclusión social terrible”.
Más de un año ha vuelto a pasar entre unas cosas y otras. “Ahora nos dicen que los papeles están en Las Palmas, luego que no, que están en un sitio o en otro”, explica. “No sabemos dónde está el proyecto. No sabemos quien miente y quién dice la verdad. Solo queremos vivir en nuestra casa y no pagar más alquileres. No hemos hecho daño alguno. Hemos pagado más de 30.000 euros de alquiler que podíamos haber invertido en nuestra casa y ahora estamos endeudados. Esto está siendo un calvario y queremos que se nos dé una solución”.
