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Nueva decepción de España en Eurovisión

Suiza arrasa en una edición plagada de polémica

  • Lancelot Digital
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    La 68ª edición del Festival de Eurovisión ha llegado a su conclusión, dejando tras de sí una mezcla de emociones encontradas y controversias. En medio de un evento plagado de momentos memorables y algunos episodios tensos, el suizo Nemo ha logrado alzarse con el codiciado micrófono de cristal, ganando el favor tanto del jurado como del público. Su victoria representa un hito para Suiza, marcando su primer triunfo en el certamen en 36 años.

     

    Sin embargo, para España, la noche no transcurrió según lo esperado. A pesar de las expectativas y el entusiasmo inicial, la representante española, Nebulossa, con la canción "Zorra", tuvo que conformarse con el puesto 22. Obtener únicamente 30 puntos, 19 otorgados por el jurado y 11 por el público, resultó en una decepción palpable para el país ibérico.

     

    La edición de este año estuvo marcada por múltiples polémicas, desde la expulsión del representante de Países Bajos debido a un incidente con un miembro del equipo técnico de la organización, hasta momentos de tensión en el escenario. A pesar de ello, el espectáculo musical continuó, con destacadas actuaciones que mantuvieron al público cautivado.

     

    El desfile de banderas dio inicio a la noche, con todos los participantes recibiendo su primer baño de masas, aunque no exento de controversia, como los abucheos dirigidos a la representante de Israel. Tras las presentaciones de los países participantes, las conductoras pronunciaron la icónica frase de bienvenida, "good evening Europe" -y "good morning Australia"-, dando inicio oficial al espectáculo ante una audiencia de cerca de 200 millones de espectadores.

     

    A pesar del entusiasmo inicial y el apoyo del público durante la actuación de Nebulossa, España no logró alcanzar las posiciones deseadas en Eurovisión. Mientras tanto, otras actuaciones como la extravagante presentación de Estonia o la oscura propuesta de Irlanda lograron capturar la atención y el interés del público europeo.

     

    En resumen, la 68ª edición del Festival de Eurovisión fue una noche llena de emociones, con momentos de celebración y desilusión. Para España, fue otra decepción en el escenario eurovisivo, pero el espectáculo continuará cautivando a millones de espectadores en todo el mundo en los años venideros.

     

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