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Vienen curvas

Fernando Clavijo, senador por Canarias

 

Cuando miro a este país tengo la sensación de que vamos a toda velocidad por una carretera. Y que cuando nos encontramos con una señal de curva peligrosa, su Gobierno en vez de apretar el freno aprieta a fondo el acelerador.  Y lo peor es que desde hace unos meses hemos visto no una sino varias señales de peligro. Grandes y luminosas señales de peligro que ignoran mientras siguen apretando el acelerador.

 

Hay razones más que suficientes para pensar que en las economías occidentales se está creando una ciclogénesis explosiva donde están confluyendo todos los factores para crear la megatormenta perfecta. El polémico proceso de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea ya está teniendo múltiples consecuencias, por ejemplo en el sector turístico. Solo en el caso de Canarias, los turísticas británicos han dejado de gastar en los seis primeros meses del año 140 millones de euros. Por no hablar de la incertidumbre que vive el sector de la exportación del tomate y el pepino; productos que mi tierra envía directamente a Reino Unido y para lo que cuenta con ayudas de la UE que, mucho me temo, van a desaparecer.

 

La economía de Alemania se adentra en una zona de penumbra y de recesión. Ojo, no ralentización, recesión. Alemania asume ya que puede acabar el año con un crecimiento negativo de su economía. Y, sin embargo, los países mediterráneos de la UE seguimos gastando más de lo que ingresamos engordando aún másla peligrosa burbuja de deuda pública.

 

El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero tardó en reconocer las señales de la crisis económica de 2007/2008. En vez de prepararnos para la tempestad nos gastamos los ahorros del país en políticas populistas e ineficientes. Y mucho me temo que a este Gobierno le está pasando lo mismo. Se acercan las turbulencias y este Gobierno parece que no las ven o que no las quieren ver.

 

La semana pasada el Banco Central Europeo le dijo muy claramente al Ejecutivo en funciones que ya no tienen margen para aumentar el gasto público en este país. Y lo dice cuando el actual presidente en funciones ha presentado un plan de 370 medidas que si algo significan es precisamente más gasto público; 25.000 millones de euros.

 

Yo no les pido que prometan a los españoles sangre, sudor y lágrimas. Les pido sensatez. Sentido común. Sentido de Estado.Les pido que no nos lleven de nuevo al matadero. Que no cometan los errores de la pasada crisis que tanto dolor causó a las familias españolas. Les pido que no vuelvan a afrontar una nueva crisis económica (cuando todavía no hemos terminado de salir de la anterior) pensando en el corto plazo. En el titular de mañana, en el fuego de artificio. Les pido que piensen en el corto, en el medio y en el largo plazo. Que miren esas señales luminosas de peligro y actúen en consecuencia.

 

Las Comunidades Autónomas tienen mucho que decir y mucho que aportar para que las consecuencias de esa crisis que viene sean menores para los ciudadanos y ciudadanas de este país.

 

Este Gobierno ahora en funciones le ha hurtado 4.500 millones a las Comunidades Autónomas que siguen prestando los servicios públicos del Estado sin que les esté llegando la financiación adecuada. Unas entregas a cuenta, 223 millones en el caso de Canarias, que se retienen con excusas que no se sostienen sobre el papel. Un dinero que, en manos de las Comunidades Autónomas van a permitir reforzar los servicios públicos y prepararlos para el estrés que, según todas esas señales de peligro, van a empezar a sufrir en unos meses.

 

Pero mientras los ciudadanos padecen peores servicios este Gobierno está como si nada. Dispuesto a meternos en otra campaña electoral sin tomar ni una sola medida que permita a las administraciones de este país prepararse para la ciclogénesis que se está formando.

 

Me parece una irresponsabilidad que este país pueda ir a las cuartas elecciones en cuatro años. Y que lo haga, como decía antes, sin haber superado aún las consecuencias de la anterior crisis y con un Gobierno central que asfixia a las Comunidades Autónomas mientras vive una fiesta del gasto. El último, que apague la luz.

 

Me parece que todos los partidos políticos estamos defraudando a los ciudadanos y no estamos colocando el interés de España por encima del interés electoral. Y cuando hablamos del interés de España nos olvidamos que hablamos de la calidad de vida de nuestros ciudadanos; de sus empleos, de su educación y de su Sanidad.

 

Y lo que es peor, la inestabilidad política y el egoísmo de los grandes líderes de este país está debilitando a España en el peor momento y frente a una potencial amenaza de una crisis económica sin precedentes. Crisis del turismo. Crisis del comercio internacional. Crisis de la deuda país. Y crisis de la propia Unión Europea de la que formamos parte.

 

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