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Lisboa, la capital erudita

 

Cualquier época es buena para conocer y disfrutar la belleza de la capital de Portugal

 

  • Lancelot Digital
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    Si está pensando en hacer las maletas, una vez finalizados los meses de verano, hay un destino que a buen seguro no le defraudará: Lisboa, urbe situada en la desembocadura del río Tajo, capital y mayor ciudad de Portugal. Lisboa tiene una población de más de medio millón de habitantes y su área metropolitana casi alcanza los tres millones en una superficie de 2.921,90 km². Esta área contiene el 20 % de la población del país. Es, además, la ciudad más rica de Portugal.

     

     

    Lisboa merece la pena el viaje. Es uno de los grandes centros culturales europeos, más antigua que Roma, epicentro de los descubrimientos y capital del imperio desde el siglo XV, la ciudad ha conservado relaciones culturales con las antiguas colonias portuguesas, siendo punto de encuentro de diversas culturas, el primer lugar en el que oriente, las Indias, África y América se encontraron. El eje Alfama-Baixa/Chiado-Bairro alto es un palco para la cultura erudita y para la popular, joven y tradicional. En cualquier noche lisboeta, incluso entre semana, la oferta es variada.

     

     

     

    A los lisboetas se les suele denominar "alfacinhas" (literalmente "lechuguitas"). Ese término proviene de la Lisboa primitiva que era famosa por el cultivo de lechugas, aunque algunos historiadores  piensan que, durante un asedio a la ciudad, las lechugas fueron los únicos alimentos que podían comer ya que eran lo único que les quedaba. Lo cierto es que esta palabra se consagró y los grandes de la literatura portuguesa acostumbraban a llamar a los lisboetas "alfacinhas".

     

     

    Conocer Lisboa

     

     

    Pero Lisboa es, sobre todo una ciudad para disfrutarla, para recorrerla y conocerla, cargada de elementos arquitectónicos  medievales  como el Castillo de San Jorge, en la colina más alta del centro de la ciudad; el Barrio de la Alfama que sobrevivió al terremoto de Lisboa; la Catedral de Lisboa y el Convento do Carmo.

     

     

    Catedral de Lisboa

     

     

    La Catedral de Lisboa, comúnmente llamada Sé de Lisboa, es la iglesia más antigua e importante de la ciudad. Su construcción data del siglo XII y su estilo predominante es el románico. Su nombre completo es Santa María Maior.

     

     

    Durante su historia la catedral ha sido reformada en varias ocasiones y es que, aunque ha sobrevivido de manera ejemplar, ha sufrido varias catástrofes naturales. El gran terremoto de 1755 destruyó varias partes de la iglesia. El claustro de la Sé de Lisboa tiene un estilo similar al del Monasterio de los Jerónimos aunque su dimensión es más reducida. En el interior del claustro se pueden ver restos romanos, árabes y medievales que han sido excavados en los últimos años. La entrada al claustro, aunque requiere pagar una pequeña entrada, es totalmente recomendable. En la parte superior de la catedral es posible visitar el tesoro. Éste se compone de cuatro salas con trajes, joyas y reliquias de diferentes épocas.

     

     

    De la ciudad de la Era de los descubrimientos se pueden observar en la zona de Belém dos construcciones clasificadas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad: el Monasterio de los Jerónimos de estilo manuelino y la Torre de Belém, construcción militar que vigilaba la entrada del Tajo. Antes se encontraba en el centro del río pero ahora está a un lado.

     

     

    La Baixa es el corazón de la ciudad y el mayor distrito comercial de Lisboa. Se encuentra sobre las ruinas de la antigua ciudad que destruyó el Terremoto de 1755. Su planificación urbana, de calles en cuadrícula y edificios similares se debe al Marqués de Pombal. En La Baixa  se encuentran la mayoría de monumentos, como el Teatro Nacional Doña María II, la Praça do Comércio y el Rossio.

     

     

    También forman parte del núcleo histórico el Barrio Alto, distrito comercial, de entretenimiento y habitacional, y el Barrio de la Alfama, de estrechas calles y una zona mucho más tranquila que las anteriores. En este barrio se encuentra la Catedral así como el Castillo de San Jorge y la Casa dos Bicos, actual sede de la Fundación José Saramago. Por último, en la ribera del Tajo, se ubica el Barrio de Belém. Allí se encuentra el Monasterio de los Jerónimos, cuya construcción comenzó en 1501 y se tardó 70 años en terminarlo. Es el mejor ejemplo de lo que se ha denominado estilo manuelino, cuya inspiración proviene de los territorios visitados durante la era de los Descubrimientos, estando también influido por el gótico y el estilo renacentista. Cerca del monasterio se encuentra la Torre de Belém.

     

     

    De principios del siglo XVIII el monumento más significativo es el Acueducto de las Aguas Libres. Después del Terremoto, el plan urbanístico aprobado por el Marqués de Pombal creó las plazas de Comercio y Rossio. En las proximidades se encuentra la Praça dos Restauradores y el Elevador de Santa Justa, proyectado a finales del siglo XIX por Mesnier du Ponsard. El Teatro Nacional Doña María II es el principal teatro de la ciudad.

     

     

    A finales del siglo XIX los planes urbanísticos permitieron extender la ciudad más allá de la Baixa, creándose la actual Avenida da Liberdade. En 1934 se construyó la Praça Marquês de Pombal, al final de la avenida. En el siglo XX se crearon las Avenidas Novas y la Ciudad Universitaria de Lisboa.

     

     

    Torre Vasco da Gama

     

     

    La reconstrucción de Chiado desde 1988, bajo la dirección de Alvaro Siza, supuso una vasta obra en el centro histórico. En términos de arquitectura, lo más notable de finales del siglo XX es el Parque das Nações y la Alta de Lisboa, todavía en construcción. Los edificios de finales del siglo XX más famosos son el Centro Cultural de Belém (inaugurado en 1991), el pavilhão de Portugal (de Álvaro Siza Vieira, la Estação do Oriente (de Santiago Calatrava), la Torre Vasco da Gama y el Oceanário de Lisboa (de Peter Chermayeff), todos de 1998.

     

     

    En la parte occidental de la ciudad es aconsejable visitar el Palacio Nacional da Ajuda en la freguesía de Ajuda, así como el Palacio de las Necesidades, actual sede del Ministerio de Asuntos Exteriores portugués, y el Palacio de Belém en la freguesía de Belém, que es la residencia oficial del Presidente de Portugal. Otras obras arquitectónicas mayores son la Biblioteca Nacional, y museos como el Museo Nacional de Arte Antigua, el Museo Calouste Gulbenkian, el Museo de Chiado, el Museo de la Farmacia y el Oceanário de Lisboa. En las salas de espectáculos destacan el Coliseo de Lisboa, el Aula Magna, los auditorios de la Fundación Calouste Gulbenkian y del Centro Cultural de Belém y el Pabellón Atlántico.

     

     

    La música

     

     

    La música tradicional de Lisboa es el fado, canción nostálgica acompañada de una guitarra portuguesa. La mayoría de locales de fado se encuentran en la Alfama, siendo generalmente restaurantes con música en vivo. Lisboa, como capital de Portugal es el centro musical del país, donde se producen la mayoría de discos de cantantes portugueses.

     

     

    La gastronomía lisboeta

     

     

    La gastronomía de Lisboa está influenciada por su proximidad al mar. Especialidades típicamente lisboetas son las pataniscas de bacalhau y los peixinhos da horta (que son bolitas fritas de habichuelas verde, no es pescado). Se dice que los portugueses, y especialmente los lisboetas, tienen 365 maneras de preparar el bacalao, una receta diferente para cada día del año. Era popular en algunos cafés de tertulia durante la época bohemia unos filetes como el Bife à Marrare. El postre más famoso de Lisboa es el Pastéis de Belém, elaborado en la fábrica más antigua, que se encuentra en la freguesía de Belém.

     

     

    Viajes Timanfaya organiza diversos recorridos por Lisboa, para más información y reservas en VIAJES TIMANFAYA, Calle Méjico 1, Tfno. 928 81 58 00, http://viajestimanfaya.com