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¿Tengo intolerancia a la lactosa?

Los expertos señalan la importancia de no autodiagnosticarse y recomiendan someterse a las distintas pruebas médicas pertinentes en caso de dudas

 

  • Lancelot Digital
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    Una gran cantidad de hombres y mujeres tienen problemas para digerir la leche y los productos lácteos. Sin embargo, los gastroenterólogos señalan que, en ocasiones, hay una percepción de intolerancia a la lactosa que no se corresponde con una intolerancia real, tal y como informa la Agencia EFE.

     

    De ahí la importancia de no autodiagnosticarse, ya que es un error y recomiendan someterse a las distintas pruebas médicas en caso de presentar alguna duda.

     

    “La lactosa es un azúcar que se encuentra en la leche y en los productos lácteos. El intestino delgado produce una enzima llamada lactasa que descompone la lactosa en dos azúcares simples: la glucosa y la galactosa.

     

    El cuerpo absorbe estos dos azúcares, que llegan al torrente sanguíneo y se utilizan como fuente de energía”, describieron los especialistas del Instituto Nacional de Diabetes, Enfermedades Digestivas y del Riñón de Estados Unidos.

     

    Cuando hay una producción insuficiente de lactasa en el intestino, no se puede descomponer y, por lo tanto, no se absorbe toda la lactosa que la persona ingiere.

     

    Los expertos de la Sociedad Española de Patología Digestiva detallaron que la lactosa que no se absorbe transita por el intestino delgado y, al alcanzar el colon, es fermentada por las bacterias de la microbiota.

     

    Entonces, se pueden originar síntomas digestivos como la producción de ácidos y gases (hidrógeno, dióxido de carbono y, a veces, metano).En este sentido, explican que hay dos trastornos digestivos relacionados con la lactosa: la malabsorción y la intolerancia.

     

    La malabsorción implica que el intestino no procesa ni asimila bien la lactosa. Por su parte, la intolerancia se caracteriza por la aparición de molestias o síntomas digestivos originados por esta malabsorción de la lactosa.

     

    La Organización Mundial de Gastroenterología (WGO, por sus siglas en inglés) aclaró que la intolerancia a la lactosa se manifiesta con uno o varios de los síntomas siguientes: hinchazón, diarrea y flatulencia, que aparecen después de tomar lactosa.

     

    Asimismo, indicaron que la mala digestión de la lactosa aparece después del destete, cuando la actividad de la lactasa empieza a disminuir de forma natural. Además, señala que la disminución de la actividad de la lactasa en más frecuente en personas originarias de Asia, África, Sudamérica, Europa meridional y de la Australia aborigen, que en personas descendientes de países de Europa septentrional (Escandinavia, Islas Británicas y Alemania).

     

    Intolerancia subjetiva

     

    No obstante, la Sociedad Española de Patología Digestiva enfatizó que, en muchas ocasiones, existe una percepción de intolerancia a la lactosa que no se corresponde con una intolerancia real.

     

    Se trata de una intolerancia subjetiva en la que la persona afectada decide, por su apreciación personal, atribuir sus molestias digestivas a la lactosa.

     

    Esta entidad asegura que es un error autodiagnosticarse y suprimir de forma drástica los lácteos de la dieta. En cambio, destaca la importancia de acudir al médico en caso de sospecha de malabsorción o intolerancia a la lactosa para someterse a pruebas diagnósticas adecuadas.

     

    La prueba más clásica para diagnosticar la malabsorción de la lactosa es el test de hidrógeno en el aliento. Para realizarla, el paciente ingiere leche o lactosa y, a continuación, se recogen muestras del aire exhalado donde se determina la concentración de hidrógeno.

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