El Seprona tramita 36 denuncias en Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria por circular campo a través
Pueden acarrear multas económicas de hasta 10.000 euros
Lancelot Digital
Fotos: Cedidas
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) ha tramitado desde el año 2013 un total de 36 denuncias administrativas relacionadas con la circulación de vehículos de motor por el campo sin autorización en Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote. Unas denuncias que han sido remitidas al órgano encargado del correspondiente expediente administrativo sancionador, la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural del Gobierno de Canarias, y que pueden acarrear multas económicas de 1.001 a 10.000 euros, en función del daño ocasionado al medio natural y su nivel de protección.
El Seprona recuerda que la circulación, sin una autorización legal, de vehículos motorizados no destinados a labores agrícolas, forestales o de seguridad, campo a través o fuera de las pesitas delimitadas, o por cortafuegos, vías forestales, senderos, etc. comporta una infracción al Decreto Legislativo 1/2000 sobre Ordenación de Territorio en Canarias.
Precisamente componentes de la Patrulla del Seprona de la Comandancia de Las Palmas denunciaban administrativamente el pasado día 23 de octubre en el barrio de Los Giles de Las Palmas de Gran Canaria, a cuatro conductores de vehículos todoterreno que circulaban por campo a través o zonas no habilitadas para ello.
Según destaca el Seprona, realizando labores de prevención de seguridad en la conservación de espacios naturales agentes del PACPRONA (Patrulla del Seprona), en la zona de los Giles el pasado día 23 de octubre, observaron a cuatro vehículos de tipo todoterreno que se encontraban circulando en una ladera de la zona, fuera de cualquier pista o camino habilitado para vehículos a motor.
Los agentes identificaron seguidamente a los cuatro conductores, requiriéndoles si disponían de alguna autorización para circular en esa zona y, al comprobar que no disponían de ella, se procedió a la denuncia administrativa de los mismos por una infracción al artículo 202 del Decreto Legislativo 1/2000, de 8 de mayo, por el que se aprueba el Texto Refundido de las Leyes de Ordenación del Territorio de Canarias y de Espacios Naturales de Canarias.
Quads y buggies
En este sentido, cabe recordar que el Partido Popular presentaba días pasados una moción al pleno que el Cabildo, en la que pedía que se abordara ”la problemática que está generando la circulación de quads y buggies por determinadas zonas agrícolas de la isla”.
Según el consejero del Grupo Popular y miembro de la Comisión de Agricultura, Emilio Bermúdez, “el objetivo es que el Cabildo, en coordinación con los departamentos de Agricultura de los Ayuntamientos, estudie la situación y proceda a limitar o reestructurar las vías actuales de forma que queden protegidos los intereses de las dos partes”.
El Partido Popular destacaba en su moción “el importante auge que ha cobrado este tipo de vehículos como fórmula para explorar la isla de forma menos convencional ya que permiten disfrutar de paisajes y rincones que de otro modo sería imposible descubrir”.” Al aspecto recreativo de esta práctica se une también un fuerte componente deportivo, por lo que resulta muy atractiva tanto para turistas como para la población residente”, añadía.
Ahora bien, Bermúdez cree que el problema es “cómo conseguir un equilibrio entre el uso recreativo, la conservación natural y el respecto a la actividad agrícola que se desarrolla en la mayor parte de los municipios de Lanzarote”.
El consejero del Partido Popular recalcaba además que “cada vez son más los agricultores que denuncian los daños que provoca en sus cultivos las fuertes polvaredas que genera el tránsito de estos vehículos”, debido fundamentalmente al alto grado de desgaste del suelo y a la alta velocidad que alcanzan en ocasiones.
“Nosotros entendemos que el Cabildo debe afrontar este asunto desde una perspectiva insular y en colaboración con los diferentes ayuntamientos”, afirma Emilio Bermúdez, que insiste en los daños y el malestar que existe entre los agricultores.
