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José Francisco Reyes y su compromiso con Yaiza

Por Antonio Coll

 


El que fuera alcalde de Yaiza, José Francisco Reyes, después de más de 10 años que se iniciara la instrucción del "caso Yate" y la aprobación del desarrollo del Plan Parcial Playa Blanca", vive una larga e inmensa pesadilla que, posiblemente, le perturban y le desesperan. El sólo hecho, reciente, de haber firmado un escrito "autoinculpándose" de la acusación del Ministerio Fiscal, confirma su estado de ansiedad para firmar un documento, con el objetivo de desvincular a su familia, esposa e hijos, del caso y erigirse él como único culpable. Esta contrariedad y resignación es comprensible y más cuando se trata de sus seres más queridos. Se le puede achacar una estrategia de regresión, pero perfectamente racional, aunque su actitud puede perjudicarle directamente. También es cierto, que ostentar un cargo público conlleva sus peligros, si no se extrema medidas cautelares, en el sentido de no depositar mucha confianza en asesores particulares que, en tiempos de bonanza económica, pueden conducir a políticos por caminos irregulares y a ilícitas acciones. Además, un alcalde de un municipio turístico con potenciales oportunidades para inversores, pero también para especuladores con ambiciones de ganar dinero rápido y fácil, tendría que ser más cauto y no creer que todo el campo es orégano. Nunca un hombre público puede olvidarse que también sus enemigos políticos están al acecho y aprovechan cualquier debilidad para tumbarlo del cargo público.

 

Una inflamable Moratoria a destiempo y precipitada provocó el caos

 

Como bien es sabido, el desarrollo del Plan Parcial Playa Blanca, donde se contempla licencias a 19 empresas hoteleras y residenciales y la infraestructura del Puerto Deportivo, Marina Rubicón, arrastra una complejidad jurídica enorme que ya veremos como acaba todo el procedimiento, cuando incluso hay hoteles que fueron beneficiados por parte del Cabildo, en la época que gobernaba un "lobby" mercantil, jurídico y mediático, muy vinculado al PSOE insular de 1998. Componendas de todo tipo se realizaron, en una época en la que la modificación del Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT), dio origen a la inflamable Moratoria, por parte de la primera institución de la isla. Esta aprobación precipitada y sin estudios previos de sus consecuencias, originó el caos entre promotores e inversores que poseían proyectos muy adelantados para ejecutar, de forma paulatina. Pero, al comprobarse que la Moratoria perjudicaba a sus intereses y que, en el fondo, era un instrumento de control político, jurídico y mediático, optaron por ejecutar los proyectos de forma urgente. Hay que conocer bien esta historia para comprender el por qué se desarrolló a velocidad de vértigo, el Plan Parcial de Playa Blanca y otros planes en el mismo municipio de Yaiza y Costa Teguise. Porque esta acción controvertida creó mucha desconfianza y muchos analistas, con altos conocimientos jurídicos y derecho administrativo, calificaron de absurdo la Moratoria precipitada y presagiaron lo que años más tarde sucedió: Una de las plantas hoteleras de más calidad de Canarias, se encuentran en un túnel jurídico opaco y tenebroso que no deja ver la luz para una salida airosa, ya que sería un absurdo demoler 19 hoteles y apartamentos, más uno de los puertos náuticos deportivos de más relevancia del Reino de España.

 

Porque aquí no se trata si un alcalde, muy mal asesorado y desorientado, haya recibido o no, gratificaciones y otras "dádivas", e incluso que el mismo lo reconozca, por los motivos ya expuestos, sino el debate hay que centrarlo en cómo se repara, jurídicamente, instrumentos de dudosa legalidad, como fue la Moratoria, sin tener en cuenta el lío judicial que ello podría llevar si se aprobaba de forma urgente.

 

José Francisco Reyes, el ex alcalde de Yaiza, no es el culpable de la Moratoria. Él como primer edil, quería lo mejor para su municipio, para su gente. Eran muchos puestos de trabajo. Significaba el desarrollo económico del municipio, con un plan bien diseñado, aunque también se cometieron disparates urbanísticos, de mala calidad, porque algunos creyeron que se encontraban en un "paraíso", como ocurría en gran parte de la costa española, donde se construyó a todo tren, con calidad ínfima y provocando masificación de zonas turísticas-costeras. . Es el caso de Marbella, Torremolinos etc. He estado en ambas zonas y no tiene nada que ver con el desarrollo turístico sostenible de Lanzarote, con sus luces y sombras.

 

Conozco a José Francisco Reyes desde los tiempos que era teniente de alcalde con Honorio García-Bravo. Jamás dudé de su trayectoria política y en la hemeroteca del semanario Lancelot, desde 1981-1997, no existe ninguna noticia negativa de su gestión. Todo lo contrario. Es posible que haya cometido errores, algunos de relevancia pero, en su favor tengo que decir que el municipio de Yaiza ahora no está mejor. Sobre todo, Playa Blanca, zona insigne y emblemática turística de Canarias. La actual alcaldesa, posiblemente, guiada por sus nuevas amistades, cercanas al "sanedrín verde y mercenario", y esto provoca desorientación en su gestión municipal. Ella sabrá.

 

Me consta que para muchos vecinos de Yaiza, la situación de José Francisco Reyes, persona humilde y noble, les apena y, sobre todo, que haya dejado de ser alcalde.

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