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¿Arrecife… tiene solución?

Cinco arquitectos  de Lanzarote analizan los problemas y las posibles soluciones de la capital de la isla

 

  • Lancelot Digital
  • Jesús Betancort
  •  

    Partiendo de este interrogante, Lancelot ha querido hablar con diversos actores relacionados con el urbanismo. Una de las ciudades más deterioradas de Canarias en los últimos tiempos, Arrecife, a debate. Hemos hablado con diferentes arquitectos, como Luis Díaz Feria, Blanca Fajardo, Carlos Morales, Martín Martín y Genaro Capagrosso (cuyas entrevistas íntegras podrán leerse en www.lancelotdigital.com) y les hemos preguntado si existen soluciones para Arrecife y cuáles serían éstas.

     

    En Arrecife, para Blanca Fajardo, “confluyen, las ventajas y desventajas de una urbe de dimensión media y las características propias del territorio insular. Conjugar la adaptación al entorno, el respeto y el continuo cambio y movimiento, propios de las ciudades es todo un reto. Enfrentarse con claridad y determinación a los problemas de la ciudad de Arrecife no sólo es posible sino necesario para la isla. La solución pasa por un acuerdo de la ciudadanía y sus representantes para enfrentar con claridad, rigor y generosidad el futuro de Arrecife”.

     

    En el caso de Luis Díaz Feria, apunta que “en Arrecife hay muchas cosas pendientes de hacer y que para alcanzar unos objetivos de calidad urbana razonables habrá que emplear más imaginación que presupuesto. Pero desde luego que hay soluciones y además no son muy difíciles ni costosas de implementar”. “Pensando Arrecife desde ahora hacia el futuro, creo que las estrategias a corto, medio y largo plazo pasan por sacudirse el enfoque depresivo con el que se aborda el ‘asunto Arrecife’, implicarse decididamente con la ciudad”, y añade. “La prioridad absoluta estriba con claridad en gestionar proactivamente vivienda asequible dentro de la ciudad, en alquiler y en propiedad, comenzando por la rehabilitación del parque existente. El siguiente esfuerzo debe orientarse a poner en marcha una malla bien trabada de transporte público frecuente y de calidad que de servicio a todos los barrios. A partir de estas dos estrategias, lo demás se dará casi sin esfuerzo”.

     

    Estabilidad política

     

    Para Martín Martín la solución pasa por disfrutar de un periodo mínimo de 4 años de estabilidad política, ya que la inestabilidad impide dar resolución a los problemas de calado. “Me refiero a problemas como terminar de conformar el frente marítimo solucionando la Parcela de la Rocar;  “destaponar” la continuidad del Frente Marítimo, con algo tan evidente e “incómodo” como el traslado del Casino Club Náutico a otra localización para que de verdad tengamos una Avenida que una Costa Teguise con Tías y que está interrumpida por un único edificio; dotar de vida toda la rambla medular, que se da la paradoja de que es el espacio con más arboles de la ciudad ( y que además dan sombra)  y que curiosamente está confinado entre dos vías de dos carriles de circulación cada una, a la vez que solucionar la desconexión que esta solución ha creado con los barrios”, enumera.

     

     

    En el caso de Carlos Morales Arrecife ofrece muchos desafíos por resolver, “a los que ha de hacer frente con mucha inteligencia. La solución pasa por una planificación del futuro a corto y medio plazo con mecanismos que nos permitan adaptarnos a los continuos cambios, con una planificación valiente para afrontar las decisiones que siendo innovadoras no gustarán a todos, una planificación con imaginación e innovación para conseguir dar soluciones nuevas a desafíos antiguos y soluciones nuevas a nuevos  desafíos, en definitiva una planificación ambiciosa para una ciudad que se merece un futuro mejor que el que ahora se vislumbra...”, señala.

     

    ¿Por qué se ha llegado a esta situación?

     

    Fajardo tiene claro que la situación de Arrecife, como la de otros municipios de la isla o de la Isla en su conjunto, precisa mantener su modelo urbano y territorial acorde con las necesidades que la sociedad demande y adaptado a los marcos legislativos aplicables. Esto exige una estabilidad y compromiso políticos y sociales que no siempre se da.

     

    La despreocupación de los políticos es una de las causas más relevantes para Martín Martín. “Han estado más interesados en no romper pactos de equilibrio imposible, que por plantear (por supuesto a más de 4 años vista) una ciudad partiendo de resolver problemas reales y de calado que por supuesto van más allá de una sola legislatura”.

     

    También Morales lo achaca a la falta de valentía política y a la “falta de ambición por conseguir una ciudad mejor para todos, la falta de innovación e imaginación y sobre todo la falta de planificación han hecho de Arrecife lo que es hoy, una ciudad con una geografía privilegiada y llena de actuaciones casi casuales”.

     

    Capogrosso considera que la causa ha sido la falta de planificación. “Se ha dejado el crecimiento de la ciudad directamente en manos de las especulaciones inmobiliarias, teniendo en cuenta que hay extensas zonas de la ciudad sobre todo en áreas periféricas en las que aparentemente la planificación no ha llegado más allá de los trazados viales. Y en otros por falta de un norte claro hacia dónde dirigir el desarrollo de la ciudad tomando medidas aisladas sin considerar sus consecuencias”.

     

    ¿Es la falta de planeamiento un problema?

     

    Blanca Fajardo lo tiene muy claro. “Como sucede con el Plan Insular, Arrecife no tiene falta de planeamiento pero si precisa, urgentemente, su revisión y actualización”.

     

    En el lado contrario se sitúa Luis Díaz Feria. “El problema es más bien el exceso de planeamiento. La supuesta necesidad de un plan general como solución a todos los problemas de Arrecife es uno de los mantras recurrentes entre las filas políticas y entre técnicos del ramo. No comparto esa visión. Hace falta imaginación y trabajo”, asegura. “Más que planeamiento, se precisan iniciativas y acciones insistentes, que además coincidan en el tiempo. La ciudad es esencialmente acumulación de actividad y la constante pérdida de actividad en todos los órdenes es precisamente el rasgo que identifica hoy a Arrecife”.

     

    Martín Martín considera evidente que “no ha habido planificación más allá de resolver problemas puntuales. Tampoco el consenso suficiente aunque es probable que sí la voluntad de plantear proyectos de envergadura suficiente a la escala de una ciudad, tal y como si se hizo en su momento  por ejemplo con  la creación del Paseo del Charco de San Ginés o La Rambla Medular”.

     

    “El problema puede ser tanto la falta de planeamiento como la ineficiencia de este”, señala Capogrosso. “Muchas veces lo que sucede es que se intentan dar respuestas a preguntas equivocadas. En lo que se pierde mucho tiempo y dinero”, afirma. “Hay que tomarse el tiempo en detectar el verdadero problema a resolver y evaluar el impacto de sus consecuencias antes de ejecutar”.

     

    Soluciones puntuales

     

    El joven arquitecto Genaro Capogrosso está convencido de que Arrecife tiene solución. “Debemos dejar de pensar en soluciones puntuales y aisladas que mágicamente resuelvan todos los conflictos a los que se enfrentan los ciudadanos periódicamente. Los departamentos urbanísticos muchas veces carecen de sensibilidad social comportándose de manera autoritaria, ordenándole al ciudadano como tiene que desarrollar su vida. Las respuestas no son universales, las sociedades son tan diversas en sus costumbres, comportamientos, tradiciones y culturas, que requieren de soluciones diferentes”.

     

    Causas y motivos

     

    Luis Díaz Feria recuerda que la expectativa de crecimiento inicial de la ciudad “dio lugar a la clasificación como suelo urbano de muchos terrenos del término municipal de Arrecife, sin que hasta la fecha haya sido preciso disponer de esos suelos en más de un 50%. En ese proceso de planificación urbanística el casco antiguo se transformó hasta tal punto que resulta hoy casi irreconocible”.

     

    Un cúmulo de casualidades

     

    Para Carlos Morales “la falta de planeamiento denota la falta de proyecto para la ciudad y para su futuro. Lamentablemente los gobernantes se han acostumbrado a que las cosas pasen casi por la propia inercia de los momentos, a veces buenos y a veces malos y eso tiene un peligro evidente de ir sin dirección ni sentido. Una buena planificación consigue algo como los centros turísticos y una “no planificación” consigue lo que es hoy Arrecife, un cúmulo de casualidades”.

     

     

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