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Conozca la sentencia que tumba en parte el Plan Hidrológico

El TSJC considera que no se pueden prohibir las desaladoras privadas para autoconsumo

 

  • Lancelot Digital
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    El planeamiento insular del agua en Lanzarote recibe un revés importante al conocerse la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) que ha suspendido la parte dispositiva de lo que se conoce como Plan Hidrológico de Lanzarote, que prohibía de facto las desaladoras privadas para autoconsumo.

     

    Sobre todo, en Lanzarote se veían afectadas las numerosas desaladoras privadas existentes en los hoteles que en su día, por falta de agua y porque conseguían producirla más barata que la del Consorcio del Agua, decidieron instalarlas.

     

    Lo cierto es que la sentencia del TSJC pone ahora el solfa al menos el criterio del Plan Hidrológico que da el monopolio y control de la producción del agua en la isla al Consorcio Insular del Agua, integrado por el Cabildo de Lanzarote y los siete ayuntamientos de la isla.

     

    La sentencia viene a decir que es inconstitucional la disposición que prohíbe, salvo casos excepcionales, que se instalen nuevas desaladoras privadas en Lanzarote y que pone plazo de caducidad a las veintena de las existentes.

     

    Precisamente, el Cabildo de Lanzarote lleva tiempo negociando con los propietarios de desaladoras turísticas de autoconsumo para que dejen de en breve de producir y se enganchen a la red pública que ahora gestiona Canal Gestión, por concesión del Consorcio Insular del Agua de Lanzarote.

     

    Para algunos analistas consultados por Lancelot, se da la paradoja que está sentencia, que rompe en parte el monopolio del agua que estaba en manos de las instituciones públicas, ahora la defienden los partidos de izquierdas.

     

    Es decir; que ahora es Pedro San Ginés el principal defensor del agua pública y los partidos progresistas los que se alegran, curiosamente, de que las empresas privadas puedan producir e incluso vender agua en Lanzarote. Por lo tanto, favorables a romper el monopolio y el concepto de la izquierda de que el agua, como bien público, sólo es posible explotarla en Lanzarote por el Consorcio del Agua. De hecho, los trabajadores del Consorcio siempre criticaron las llamadas desaladoras de los hoteles.

     

    Esta sentencia, que nace por el recurso presentado por Daminvest S.L., propietaria de los hoteles VIK, no es firme y  en casación ante el Tribunal Supremo.

     

    Por otro lado, si finalmente el Tribunal Supremo en su día falla a favor de la posibilidad de instalar desaladoras para autoconsumo, en Lanzarote, podría subir el precio del agua a los ciudadanos. Hay que tener en cuenta que a día de hoy, el precio relativamente bajo del que disfrutamos los lanzaroteños, se debe, esencialmente, a que existe la llamada tarifa turística o industrial mediante la cual se cobra más de tres euros por metro cúbico al consumo a complejos turísticos, mientras que al ciudadano le sale a una media de algo más de un euro. 

      

     

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