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Pero ¿qué son las grandes manchas que han aparecido en el Charco de San Ginés?

 

La Concejalía de Playas y Medio Ambiente aclara que no se trata de vertidos y explica el origen de las mismas

 

  • Lancelot Digital
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    No, no son vertidos. La presencia de grandes manchas, halladas durante esta semana, en las aguas interiores del Charco de San Ginés, tienen su explicación científica. Así lo determina un informe recibido en el Ayuntamiento de Arrecife, a petición del alcalde de la ciudad, Yonathan de León.

     

    En estos días atrás varios ciudadanos han compartido en redes imágenes sobre la presencia de grandes manchas en la zona del Charco del Ginés, próximas a la Cuatro Esquinas. La impresión inicial transmitía residuos o suciedad, según los comentarios compartidos en redes. Ante esta presencia, de manera conjunta el alcalde Yonathan de León, y la concejala de Playas y Medio Ambiente, Davinia Déniz, habían solicitado a los técnicos del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Arrecife información sobre los posibles orígenes de estas manchas en esta zona del Charco de San Ginés.

     

    En estas últimas horas se ha recibido, de manera oficial, la confirmación que estas citas mañanas tienen su origen en la presencia, en determinadas épocas del año, de cianobacterias'  de origen marino.

     

    Lo afirma toda una voz autorizada, y conocedor de la marina de Arrecife, su flora y fauna marina. El doctor en Ciencias Marinas, Emilio Soler Onís, integrante del equipo de investigación EOMAR del Instituto ECOAQUA de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ha comunicado al Ayuntamiento de Arrecife, a la Concejalía de Playas y Medio Ambiente, este informe, que se transcribe (y se adjunta al final de esta nota aclaratoria):

     

    "Trichodesmium erythraeum es una cianobacteria diazótrofa capaz de fijar nitrógeno atmosférico. Común en las aguas oceánicas de Canarias y con un papel destacado en los ciclos biogeoquímicos de los océanos por los nutrientes que liberan durante y al final de sus proliferaciones, y que puede formar grandes manchas en zonas costeras protegidas de los vientos reinantes y del oleaje. La capacidad de fijar nitrógeno atmosférico  junto a la de alcanzar tasas de crecimiento elevadas en estas condiciones de temperatura, suponen una ventaja competitiva frente a otros organismos fotosintéticos.

     

    En el Charco San Ginés, Arrecife, el fenómeno de crecimiento masivo y acumulación es recurrente en esta localidad y se lleva observando desde junio de 2022, si bien dependiendo las condiciones climáticas como temperatura y viendo reinantes, así como del régimen de mareas, este fenómeno natural puede verse acentuado y provocar grandes manchas flotantes persistentes. Son consecuencia de los efectos combinados de la climatología que varían y cambian rápidamente a corto plazo y a la actividad humana que tiene efectos irreversibles, si no se realizan actuaciones al respecto, a medio y largo plazo.

     

    A los efectos climáticos y de la dinámica marina del Charco hay que unir otros que facilitan también la aparición de estas manchas como son, los vertidos de basura y productos de reparación de las embarcaciones fondeadas, basura arrastrada por el viento, obras costeras han cambiado el régimen de corrientes y renovación del agua en el interior del Charco, así como la excesiva decantación y sedimentación de limos y arcillas.

     

    Coloquialmente a las cianobacterias se las incluye dentro del grupo las microalgas, aunque no lo sean, por lo que no es extraño encontrarla referidas en prensa y en medios no especializados como "microalgas".

     

    En cuanto a la relación entre los crecimientos masivos de esta cianobacteria con vertidos de aguas fecales o de aguas de residuales urbanas no existen estudios con una relación demostrada en donde los vertidos urbanos puedan generar blooms masivos de Trichodesmium como los encontrados en Canarias, ni que las tasas de fijación de N2 aumentan significativamente como para generar estos Blooms. Por tanto, no hay ninguna evidencia del efecto de los vertidos de aguas residuales sobre la formación de blooms o de su reactivación. De hecho, la reactivación de los blooms de Trichodesmium suele coincidir siempre con episodios de aumento de temperatura, disminución de viento y entrada de aerosoles. Por otro lado, estos blooms costeros se han presentado tanto en zonas afectadas por vertidos como en zonas donde no hay presencia de vertidos como es en el Mar de Las Calmas en El Hierro o en la Gomera.

     

    En las redes sociales y en parte de los medios de comunicación de las Islas se ha utilizado el argumento de los vertidos urbanos para justificar una posible relación con los blooms de T. erythraeum  creando una alarma social y desinformación.  Algo que resulta falso dado que los vertidos no aumentan la tasa de fijación de N2 en Trichodesmium y por tanto no inducen a su crecimiento o comportamiento. T. erythraeum es diazotrópica, es decir tiene la capacidad de fijar nitrogeneo atmosférico y no depende de fuentes de compuestos nitrogenados como nitritos, nitratos o amonio para su crecimiento, es decir, es un organismo con un metabolismo independiente de fuentes de nitrógeno antropogénicas.

     

    Trichodesmium erythraeum no está incluida en el listado de especies de microalgas y cianobacterias TÓXICAS de la IOC-UNESCO, aunque en humanos puede causar en casos excepcionales irritación en mucosas ante una exposición prolongada, es decir pueden tener un efecto nocivo, pero no tóxico. No hay casos registrados de toxicidad directa sobre personas. En caso de presencia de Blooms, se recomienda no bañarse cerca de manchas de Trichodesmium, usar el sentido común".

     

    La concejala de Playas y Medio Ambiente, Davinia Déniz, aboga para que la ciudadanía tenga información directa de este origen, y deje de vincular la aparición de estas manchas con vertidos.

     

    Emilio Soler Onís es doctor en Ciencias del Mar por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, acreditado por la IOC- UNESCO (Intergovernmental Oceanographic Comission- UNESCO) como experto en identificación de algas potencialmente nocivas. Taxónomo e investigador del Banco Español de Algas entre los años 2001 y 2019.

     

    Cuenta con 30 años de experiencia en el campo de la Botánica Marina y la Ficología y 58 publicaciones sobre algas rojas de profundidad, cianobacterias, diatomeas, dinoflagelados, HABs y Paleoclima. Actualmente forma parte del grupo de investigación EOMAR del Instituto ECOAQUA de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y desarrolla su labor científica como investigador doctor en el Observatorio Canario de Algas Nocivas de la Fundación Canaria Parque Científico Tecnológico de la ULPGC.

     

    Ha participado, como ponente, en una conferencia impartida en la ciudad de Arrecife, en el Archivo Municipal, sobre este tema. Estas jornadas han contado con la organización de la Reserva de la Biosfera, y el apoyo del Ayuntamiento de Arrecife.

     

      

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