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Día Mundial del Turismo

Discurso del presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, en la entrega de los Premios de Turismo "Isla de Lanzarote" 2015

 

 

Hoy se celebra el día internacional del sector más importante de nuestra economía. Existen cifras que nos invitan al optimismo. Cifras que seguramente se situarán a finales de año por encima del récord que se registró en 2014.

 

Hemos atravesado un larguísima crisis que parecía interminable. Y hoy, la primera vez que celebro este día como presidente, tenía dos opciones: unirme al discurso triunfalista o sumarme a quienes prefieren optar por la prudencia.

 

Lo más sencillo hubiese sido lo primero, pero lo más responsable para quienes nos corresponde gestionar el futuro es optar siempre por la cordura, la autocrítica y el análisis reflexivo.

 

El turismo es uno de los sectores más dinámicos. Combina el reto de atender lo inmediato con la planificación de las próximas temporadas. Son muchos los elementos que intervienen en un mercado en el que los clientes tienen la posibilidad de elegir su destino con un simple clic.

 

El viento sopla a nuestro favor en el mercado internacional. Las cifras son mejores que nunca, pero no son más que eso: cifras.

 

Cifras que no han sido suficientes para corregir uno de los principales déficits de nuestro sector: la modernización de la planta alojativa y los espacios turísticas.

 

Cifras que tampoco han servido para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores del sector.

 

Cifras que, paradójicamente, nos sitúan más cerca del fracaso que del éxito. Un fracaso colectivo, tanto institucional como empresarial, por no haber sido capaces de afrontar sin más dilación el debate más importante al que nos enfrentamos en materia económica: el futuro del turismo en Canarias.

 

¿Por qué? La respuesta es muy sencilla. En una situación ideal, como la que hoy vive el turismo, con todos sus peros, en cualquier momento se puede producir un cambio de dirección. Y debemos estar preparados.

 

La tranquilidad que nos aporta la evolución del número de turistas es una oportunidad para iniciar un cambio sereno. Un cambio en el que debemos conjugar las nuevas ideas con la recuperación paulatina del principal tesoro de nuestro territorio: nuestro paisaje.

 

Un paisaje que solo rescataremos si el turismo traza alianzas con el sector primario. Lo dije en julio en La Geria, lo acabo de comentar en la Escuela Universitaria de Turismo y lo vuelvo a repetir aquí, en Los Jameos del Agua: en una obra de un artista –César Manrique- que nos enseñó a creer en la importancia de la interacción respetuosa del hombre con la naturaleza.

 

Hace 23 años que se despidió de manera repentina. Y nos dejó a todos, desde Lanzarote hasta El Hierro, huérfanos de las ideas que gracias a él marcaron un antes y un después.

 

No fue una tarea sencilla. Luchó hasta la extenuación. Y eso es lo que les pido a todos en este día tan especial. Que participemos todos en un cambio que nos permita soñar con un futuro más esperanzador para nuestro sistema productivo, nuestros trabajadores y las futuras generaciones.

 

Un cambio no solo para el presente sino también para el futuro a través de un modelo sostenible y respetuoso. Un cambio que suponga un homenaje a quienes, hace muchos años, sembraron con sus manos la tierra que atrajo hasta Canarias a los primeros turistas.

 

 

 

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