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Una obra emblemática para una zona privilegiada

Por Antonio Coll

 

 


El Plan General Urbano Supletorio de Arrecife está ya en fase de su resolución final, después de cumplirse el plazo de presentación de alegaciones, expirado el pasado viernes día 24 de octubre. Entre todas las propuestas, quiero centrarme en la alegación expuesta por el PP, en referencia al polémico futuro del Islote del Francés. En este sentido, los populares insisten en la idea de recuperar el proyecto impulsado por el anterior alcalde, Cándido Reguera (PP) y Pedro de Armas (PNL) de permitir que la propiedad construya un edificio emblemático, diseñado por un arquitecto-urbanista de reconocido prestigio internacional.

 

Desde 1992, la familia Lamberti inició las negociaciones con el Ayuntamiento de Arrecife para encontrar una salida a los terrenos del Islote, una vez desmantelada la fábrica conservera “La Rocar”, por los problemas conocidos, en el sector pesquero, con la “entrega” del Sáhara Occidental al Reino de Marruecos, por parte del Gobierno Español.

 

A partir de 1997, en la nueva sociedad creada por la propiedad, se erige como portavoz de la misma al también socio y empresario-economista, Jaime Cortezo, para dirigir las negociaciones con la corporación municipal capitalina, con el objetivo de llegar a un acuerdo y desarrollar un proyecto urbanístico, en la citada zona privilegiada de la marina de Arrecife. Después de más de dos décadas, se dice pronto, de reuniones y negociaciones, entre diferentes grupos de gobierno que han dirigido el Ayuntamiento, en los últimos veinte años, ha dado como resultado múltiples desencuentros y promesas incumplidas, por parte del poder político, siempre temeroso de cambiar el modelo, o mejor dicho, la corriente existente seudoecologísta, implantado en la isla, que ha significado un proceso irreversible de estancamiento y freno para modernizar la ciudad. En definitiva, se renuncia la vía del progreso, la dinamización de la maltrecha economía y la creación de riqueza en la tercera capital de Canarias, por intereses nada transparentes, con alegaciones poco fiables. Cuando, en otras ciudades canarias se avanzaba, se invertía dinero privado y público, aquí se retrocedía, incrementando la pobreza y la desigualdad.

 

El Islote del Francés seguirá en la incertidumbre

 

Ahora, cuando todo el mundo aplaude el proyecto materializado del Puerto Náutico-Deportivo Marina Lanzarote y su centro comercial en la Bahía de Naos, aún se mantiene la incertidumbre sobre el futuro del Islote del Francés. Consultado al propio promotor Jaime Cortezo, cuando escribo esta crónica, sobre la alternativa presentada por el grupo de gobierno municipal, encabezado por CC-PSOE, de permitir un edificio de 9 plantas y 141 viviendas, de las cuales una tercera parte de protección oficial, me ha informado la total oposición de la propiedad a dicho proyecto, ya que se trata de un proyecto inviable económicamente, además de tener que consumir mucho más terreno, en una zona tan sensible como el Islote. En el fondo, se interpreta el proyecto de escaso interés urbanístico-arquitectónico y de dudosa rentabilidad para los inversores, en un lugar emblemático que exige la máxima calidad, acorde al entorno.

 

Yo comparto la idea del PP, en la que también está de acuerdo los propietarios del Islote. Construir un edificio emblemático, de múltiple uso, incluido un hotel, diseñado por arquitectos de renombre que tenga elementos diferenciadores, con una edificación singular, moderna y competitiva. Con una infraestructura construida en altura, se gana casi dos tercios de espacio libre para uso público, sin obstaculizar la vista al mar y a la propia ciudad.

 

Aspirar a una exquisita calidad en el proyecto del Islote del Francés parece un muro inquebrantable, sin comprender los motivos de los gobernantes de Arrecife. Seguir en los tribunales no solo es el camino más largo sino la peor opción para los intereses generales. En su día, la Oficina Técnica del Ayuntamiento de Arrecife valoró los terrenos del Islote en 117 millones de euros. La valoración de la propiedad se situaba en 210 millones de euros .por los 60.000 m2 del Islote. El Tribunal Superior de Canarias, en una sentencia dictaminó en favor de los propietarios y se solicitó un órgano de arbitraje para fijar la cifra de expropiación, si se llevaba a cabo. Ahora, en la nueva calificación y cambios de uso, contemplados en el Plan Supletorio solo se le concede 39.000 metros cuadrados de volumen a la propiedad, con un valor aproximado a 18 millones de euros y para construir una urbanización, repito, de dudosa viabilidad económica y alejada de la obra emblemática que exige la zona, emulando un icono modélico, que sea reclamo turístico y orgullo de todos los pobladores de Arrecife y de la isla.

 

Las conclusiones son evidentes. La “oferta” de los gobernantes de Arrecife no convence, por considerarse inapropiada, para un epicentro de la ciudad, como se cataloga al Islote del Francés. Seguir “mareando a la perdiz”, solo conduce eternizar el problema, en contra de los intereses de Arrecife. La empresa propietaria, no satisfecha del proyecto ofrecido, la única opción obligada, según el portavoz, es continuar en los tribunales de justicia para una resolución definitiva.

 

Para terminar, viene bien la estrofa del tango “Volver” del inmortal, Carlos Gardel: 

“…Queda escondida una esperanza humilde
que es toda la fortuna de mi corazón.
Volver con la frente marchita
las nieves del tiempo, platearon mi sien
sentir que es un soplo la vida,
que 20 años no es nada
que febril la mirada
errante en la sombra te busca y te nombra.
Vivir, con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez…”

 

A lo mejor para zanjar el asunto, lo mejor sería que se construyera una imitación de la Torre Eiffel de Paris que fue construida para conmemorar el primer centenario de la Revolución Francesa. Se haría honor al nombre del Islote y como parque temático sería un atractivo turístico. Porque si después de 20 años ha sido imposible buscar una solución para el Islote del Francés, lanzo la propuesta de un monumento que es el símbolo de Francia en el mundo y que es visitado por más de 7 millones de turistas al año. ¿Parece algo baladí? El concurso de ideas queda abierto. Espero que se cierre este siglo, que 20 años no es nada.

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