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La Sala, ser o no ser

 

Fernando Núñez

 

España es un país de servicios, resulta apabullante el número de barras y restaurantes cuya sala (servicio) esmediocre o mala. Se conjugan factores como no valorar este servicio por parte de ciertos locales del sector de restauración. Está muy dejado. Si nos fijamos actualmente la mayoría de los camareros, del personal de servicio en general son gente de fuera de España, que en la mayoría de los casos no ha tenido nunca ninguna formación en hostelería.

 

Debería haber más formación, se debería regular el acceso a la hostelería acreditando una formación básica, no vale todo y de cualquier manera. Muchos restauradores afirman no entender que con la cantidad de paro que hay no encuentren personal para trabajar en hostelería es muy difícil, no encuentran trabajadores, independientemente de si tienen o no conocimientos o formación alguna. Puede también haber falta motivación, de información de explicar lo que es realmente un camarero, si hubiese más formación la gente se sentiría más motivada. 

 

Para un empresario de hostelería que necesita contratar trabajadores el coste económico es absolutamente igual si incorpora a una persona sin formación que  a una persona preparada, en cuanto a seguridad social, sueldos y convenio, como si fuera un autentico profesional. Pero evidentemente la productividad no es igual, hay que dedicarle mucho tiempo a formarlo y enseñarle como se trabaja. Esto no debería ser así. Además crea una rotación de personal muy grande en los negocios.

 

Pero todavía hay algo que agrava más este asunto, el intrusismo profesional o laboral, como prefiera cada uno denominarlo. Hablando claro, todo el mundo se cree  capacitado para poner un café o tirar una caña. Si queremos tener un turismo de calidad, si queremos presumir en Canarias de ser una región gastronómicamente buena y preparada, indudablemente la formación debe de ser fundamental.

 

Es un parámetro que ya que los políticos legislan tanto y la mayor parte de las veces lo hacen sin contar con el sector, ¿porqué no regular que tiene que haber profesionales de verdad en los restaurantes? que los trabajadores tengan que acreditar una formación mínima para acceder a puestos de trabajo en hostelería. Porqué no pensar que se acredite a través de algún documento, un carnet, como se necesita para llevar una moto un coche o una furgoneta, una preparación, una formación elemental y básica que de alguna manera identifique a un profesional de alguien que no lo es, y que limite ese intrusismo ya no sólo de una manera natural sino incluso legal.

 

Seguramente falta una escuela de hostelería, como fue el Fondeadero en su día. Algo reglado seriamente, al igual que los Hoteles Escuela de Santa Cruz o de Santa Brígida, en los que se haga especial hincapié en la formación de sala además de cocina.

 

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