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Más piedras en el camino para aprobar el PGO de Arrecife

Por Antonio Coll

 

En el último pleno del Ayuntamiento de Arrecife se aprobó crear una “comisión política de participación” para debatir y acercar posturas, antes de su aprobación inicial, cuyo plazo culmina el 22 de agosto.  En mi opinión, y tengo poderosas razones para decirlo, la creación de esa “comisión de participación” la percibo como una forma de poner “más piedras en el camino” para encontrar la forma de impedir que el Plan General de la ciudad se apruebe. A estas alturas,  y más cuando se necesita  agilización y urgencia, después de más de 10 años de estancamiento, contrariamente,  se aprueba una “comisión” que para mí tiene todos los ingredientes para añadirle el calificativo de  “paralización”. Que lo digan claro y que se le ponga el nombre de “comisión política de paralización”. Así podrán actuar con menos rodeos y seguir como estamos. Es cierto que con José Montelongo como alcalde, se abrió una tímida expectativa, al percibirse una actitud positiva y convincente de protagonizar una etapa histórica, con la aprobación inicial y definitiva del ansiado PGOU. Pero, con su marcha, muy deseada por determinado grupo de su propio partido, las alarmas, de nuevo, se han encendido ante la posibilidad de que Arrecife siga anclada y paralizada. Y es para mosquearse, porque mucha gente entiende que poco o nada puede aportar la citada comisión política a un instrumento urbanístico reglado que, naturalmente, no podrá contentar a todos, pero sí, en líneas generales, solucionar muchos problemas,  para el desarrollo sostenible de la ciudad, con garantías jurídicas para potenciales inversores. Porque Arrecife no puede seguir con un plan obsoleto y desfasado para los tiempos actuales. Yo no sé si el nuevo grupo de gobierno municipal, con la nueva alcaldesa, está capacitado para reconducir el proceso y aprobar, de una vez por todas, el Plan General de Ordenación  Urbana de Arrecife. La capital de la isla posee potenciales atractivos para convertirse en una ciudad acogedora y de primer orden turístico-cultural-comercial. Pero, para ello, se necesita talento, visión y mentalidad  futurista. En definitiva, una tesitura difícil de resolver en un Ayuntamiento, plagado de múltiples escándalos internos y entramados institucionales.

 

La última noticia de un proyecto de obra menor, en la Playa del Reducto, aporta datos para continuar escribiendo una novela  de ciencia-ficción del acontecer  esperpéntico del Ayuntamiento de Arrecife,  en los últimos 20 años. Nos enteramos que las obras de mejoras  del Balneario y la correspondiente rampa de acceso para discapacitados, están paralizadas, desde hace tres meses,  porque el redactor o redactores del proyecto de obra menor de la Corporación Municipal, diseñaron el mismo, sin percatarse de que en el final de la rampa se encontraban dos palmeras-cocoteros, plantadas hace más de diez años, para embellecer la playa y ofrecer zonas de sombras. Ahora, el mero hecho de trasplantar los cocoteros, alejados de la zona, necesita múltiples trámites burocráticos, con los pertinentes informes favorables de Costas y de Medio Ambiente. Han pasado tres meses y aún no se cuenta con los permisos, cuando al decir de la propia empresa lanzaroteña adjudicataria, el balneario y la rampa podían haber estado al servicio de los usuarios hace unos meses, a pesar de que el plazo legal de entrega estaba fijado para principios del mes de mayo. Este acontecimiento, por muy menor que sea, pone en evidencia de la desidia de una administración local inoperante y la frustración de los sufridos contribuyentes que contemplan estupefactos el disparatado discurrir de su Ayuntamiento. Su historia está plagada de “malas prácticas”, negligencias y anarquía. Y así nos va. Recomiendo que conformen una “comisión de expertos” para despedir a políticos “incapacitados” y personal enchufado, sin ninguna preparación para ejercer dignamente los respectivos cargos. Por otro lado, la obsoleta burocracia administrativa, sigue galopando a los cuatro vientos, atormentado a los empresarios y habitantes de Lanzarote y Canarias. 

 

Mi recomendación a los políticos municipales: Aprueben el Plan y déjense de tanta “majaderías” que ya la gente está harta. Y más los desempleados y empresas privadas, que son las que crean riqueza y puestos de trabajo.

 

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