El libro 'La costa afortunada' hace emerger pueblos costeros que no salen en el mapa
El fotógrafo Rubén Acosta ha fotografiado desde 2009 la magia de algunas poblaciones canarias
Lancelot Digital
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El pueblo de Tenésara, un pequeño lugar pesquero aislado y descrito por algunos lugareños como un balcón de las olas por su cercanía al mar es uno de los enclaves que está dentro del libro 'La costa afortunada', del fotógrafo Rubén Acosta.
"Trata sobre pueblos de la costa de Canarias que están en el límite de lo natural, de lo social, de lo legal, y donde se vive un estilo de vida muy particular que hoy en día escasea", explica Acosta.
Acosta ha fotografiado desde 2009 la magia de estos pueblos que no salen en los mapas y que en muchos casos están amenazados por los derribos de Costas. El libro, que recurre esta peculiar geografía costera y las carismáticas personalidades de sus habitantes, forma parte del proyecto Ediciones Remotas, que ya tiene una treintena de títulos en el mercado.
La mayoría de las casas inmortalizadas en fotografías que van desde El Hierro a La Graciosa son de herencia familiar. Algunas incluso datan de principios del siglo XX y las hay con enlaces históricos mayores como las casas cueva de Tufia, en Gran Canarias, que se encuentran bajo un yacimiento arqueológico aborigen.
