Caso Verónica: "Yo no quería matarla, solo ayudé a esconderla"
La policía aseguró que la madrastra confesó su implicación en el ocultamiento de los restos de la joven
Esta mañana ha tenido lugar la segunda parte del juicio del "Caso Verónica" con la asistencia de todos los policías que estuvieron en el momento del registro de la casa donde residía la joven fallecida, al parecer en manos de su padre.
En esta jornada declararon 13 agentes donde todos se ratificaron en sus actuaciones e informes del día del registro de la casa de la familia de Tinajo, donde se encontraron los huesos de Verónica.
Uno de los relatos de los policías relataba que en el momento de la detención de la familia, la madrastra de la joven Verónica, Carmen Delia Tejera, se encontraba muy agitada con "cierto instinto suicida" diciendo que se quería morir. "Yo no quería matarla solo ayudé a esconderla", le expresó la mujer al agente, refiriéndose al momento en que su marido llegó con una mochila, la que posteriormente se encontró en la grieta donde se escondía la chica, y que contenía los huesos de la joven.
Carmen Delia le confirma a otro de los agentes que encontró a Verónica en cama y a su llamada "no volvió en sí", y que fue entonces cuando se dirigió al taller donde estaba su marido y padre biológico de la joven, y éste le prometió "solucionar el problema".
Pasado un tiempo José Luis apareció con la famosa mochila y le pidió a Carmen Delia que la escondiera en la grieta y que "no mirara dentro". La mujer la escondió en una grieta entre dos casas donde, según otro relato, obligaban a la chica a esconderse ahí y donde presumiblemente habitaba, que gracias a la participación de uno de los vecinos que pudo acceder y localizar la mochila con los huesos.
Uno de los agentes de la policías del cuerpo de la Científica, confirma que tras las investigaciones se encontraron vestigios de Verónica en varias habitaciones de la casa familiar.
Además, se aportan más datos a la teoría de que la joven pudiera estar embarazada, tal y como le había confirmado a Keyla, la hermanastra de Verónica e hija biológica de Carmen Delia, quien compraba en grandes cantidades píldoras abortivas, conocidas como "píldora del día después", tal y como confirmó en la jornada de ayer una de las auxiliares de la farmacia de Tinajo quien reconoció perfectamente a la joven a pesar de una prima que se encontraba en la sala apuntaba a que era ella, intentando convencer a la profesional de la sanidad debido al ligero parecido entre ambas. Uno de los agentes acudió al establecimiento el día del registro y la auxiliar le comentó que ya en su momento le habían advertido a keyla del "peligro de muerte" por abuso de estos medicamentos.
