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Hasta 10 años de cárcel para los integrantes del grupo criminal que introducía drogas en Lanzarote

 

El cabecilla, Omar ‘El Kalama’, no se ha presentado a la vista y se ha ordenado su busca y captura

 

  • Lancelot Digital
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    Ha comenzado en Las Palmas el juicio contra los acusados de formar parte de un grupo criminal que introducía drogas en Lanzarote. La vista se ha iniciado con todos los acusados, salvo el cabecilla, Omar 'El Kalama', para el que se ha ordenado su busca y captura. Para ellos pide la Fiscalía entre 2 y 10 años de prisión y sanciones de hasta 800.000 euros.

     

     

    Hay que recordar que Omar Carbayo Corral, conocido como Omar 'El Kalama', es el presunto cabecilla de la red de narcotráfico implantada en Lanzarote que fue desarticulada por la Guardia Civil en febrero de 2016.

     

    Residente en Playa Honda, aunque nacido en otra isla canaria, era el propietario de la franquicia de los 100 Montaditos que estaba ubicada en Marina Lanzarote, en Arrecife. Precisamente, según la Guardia Civil, la "violenta" organización blanqueaba los beneficios que obtenía de la droga en franquicias relacionadas con la hostelería.

     

    En cuanto se supo de su presunta implicación Restalia, compañía líder en franquicias de éxito de Restauración propietaria de las marcas 100 Montaditos, Cervecería La Sureña y The Good Burger (TGB), emitía un comunicado para desvincularse por completo de las actividades ilícitas de Omar Carbayo Corral.

     

    Según pudo saber en su momento Lancelot Digital, la declaración del secuestrado por la organización fue esencial para poder detener al presunto cabecilla de la red. El secuestrado trabajaba para la misma encargándose de transportar la droga procedente de Marruecos desde altamar a Lanzarote a través de barcos neumáticos. Sin embargo, se apropió de 800 kilos de hachís según la Guardia Civil, lo que motivó que el presunto cabecilla de la organización, junto con algunos de sus hombres, lo secuestraran y lo encerraran en un caserío abandonado del norte de la isla, del cual consiguió escapar tras haberle pegado una dura paliza con la intención de que "cantara" el escondite de la droga sustraída a los presuntos traficantes. Allí, según fuentes cercanas al caso, le tuvieron atado con bridas y con ellas llegó al cuartel de la Guardia Civil tras conseguir huir de sus captores, donde relató que había sido secuestrado.

     

    Sin embargo, no fue la única vez que recibió represalias por parte del resto de miembros de la organización tras haberse quedado con parte de la droga, ya que nunca desveló el escondite donde había guardado los 800 kilos que "robó" a la organización con la que presuntamente colaboraba. Hubo una segunda paliza en una céntrica calle de Arrecife. Allí, unos miembros de la banda de 'El Kalama' le agredieron para conseguir que dijera donde tenía escondida el resto de la droga, ya que tras el secuestro sólo habían conseguido localizar una parte de la misma.

     

    Ahora tendrán que responder por los delitos de los que se les acusa.

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