PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

La pesca tradicional de Lanzarote resiste pese a todo

 

En estos momentos de debilidad sanitaria y parón turístico el sector primario cobra un papel protagonista en una condiciones endurecidas 

 

  • Guillermo Uruñuela
  • Cedida
  •  

    No son tiempos fáciles para nadie pero incluso en momentos complejos tenemos que continuar avanzando como isla. El gremio de los pescadores lanzaroteños es lo que intentan hacer no sin dificultades. Además, hoy más que nunca, necesitamos una sociedad que apueste decididamente por la sostenibilidad y todas estas pequeñas embarcaciones es lo que persiguen. Mantener las tradiciones que nos han hecho llegar hasta donde estamos respetando la biodiversidad y los fondos marinos. 

     

    Es un buen momento, ante el cierre de los mercados turísticos, para replantearnos hacia dónde queremos caminar en un futuro y, partiendo de la base de que el turismo será el motor principal de nuestra economía, quizá podamos dividir recursos. Cuando un todo se sustenta en un sólo apoyo, el día que éste falle estaremos en una situación crítica, como es el caso. Cierto es que ahora cualquier medida previa iba a resultar inútil dadas las circunstancias extraordinarias que nos han tocado vivir pero saldremos de esta. De eso no hay duda.

     

    Ampararnos en nuestros orígenes no parece una idea descabellada y desde luego, cuidarlos e impulsarlos, sería un gran acierto por parte de la Administración. Los propios pescadores son los que no están conformes con la imagen que se "vende" de un producto que es de máxima calidad y que compiten en mercados en los cuales las fuerzas no están compensadas.

     

    Mucha familias dependen de esas pequeñas embarcaciones que salen a la mar, en la fría madrugada, regresando al anochecer y es tiempo de estar a su lado. Pero no sólo de los pescadores sino de todos aquellos que cultivan nuestras tierras, que trabajan en el campo, que elaboran quesos o vinos... es momento de regresar al inicio para complementar lo que ya tenemos.

     

    La pesca a cordel -como ven el vídeo- es una imagen exportable y representativa de nuestra cultura. Tiene que permanecer. Evidentemente también se le exige cierta evolución de la mano de una sociedad cambiante que no se detiene. Pero tenemos que mimarla.

     

    Sólo los pueblos que tienen presente su pasado pueden mirar al futuro con ciertas garantías y en el desarrollo de ese ciclo, se necesitan generaciones que puedan continuar con el legado de sus antepasados. Si no cultivamos la tierra en el presente, mañana no podremos recoger ningún fruto.

    Comentarios (6)