PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Más de 1500 euros brutos por limpiar  

 

Un trabajo duro pero que en Canarias tiene  uno de los mejores convenios del sector, según Asolan

 

  • Lancelot Digital
  •  

    En Lanzarote hay en la actualidad entre apartahoteles, hoteles y apartamentos unas 70.000 plazas alojativas de cuya limpieza y cuidado se encargan las camareras de piso.

     

    Este trabajo, hasta hace poco no demasiado conocido, ha saltado a la portada de los medios de comunicación en los últimos meses por las protestas de quienes lo ejercen. Estas profesionales se quejan, no tanto del salario, como de las condiciones laborales, que, aseguran, han empeorado, en algunos establecimientos, después de la crisis, y de la externalización de sus contratos, y convenios. Esto, sumado al intento gubernamental de aumentar su edad de jubilación, se ha convertido en una bomba de relojería: Las ‘Kellys’, o ‘las que limpian’, que es como se ha denominado a sí mismo este colectivo.

     

    Exigencias de las Kellys

     

    Las Kellys exigen mejoras, especialmente en las condiciones de trabajo, sin embargo, y sin dejar de admitir que se trata de un trabajo muy duro y de gran desgaste, desde la patronal turística Asolan, aseguran que las camareras de piso que trabajan en un hotel de 3 estrellas, tienen una jornada de 37 horas y media, descontando los descansos para comer, y un sueldo de 1.560 euros brutos, y recuerdan que  el convenio al que responden las profesionales del sector en Las Palmas, es uno de los mejores del país.

     

    Desde la Asociación Insular de Empresarios de Hoteles y Apartamentos de Lanzarote (miembro de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos) explican las condiciones generales de estas trabajadoras, en su mayoría mujeres. “Trabajar en la mayoría de los casos en régimen de jornada continuada, normalmente matinal (excepcionalmente de noche y régimen de guardia por las tardes), cinco días a la semana, a tiempo completo y a razón de 40 horas semanales, en las que se computa un descanso diario medio de treinta minutos, que suele destinarse a comer, manutención que es asumida y sufragada por la empresa, lo que deja la jornada de trabajo efectivo en torno a las 37 horas y media semanales. Es tradición y costumbre que la ropa de trabajo sea facilitada o costeada por el empresario, y en la mayoría de los casos su mantenimiento. El salario base medio mensual en un establecimiento de 3 estrellas ronda los 1.560 euros brutos, cifra que se eleva significativamente en los hoteles de 4 y 5 estrellas. Las cargas de trabajo y rendimiento suelen ser muy similares en todos los establecimientos de hospedaje, distribuidas en base métodos consuetudinarios”.

     

    Para el sector hotelero urbano es fundamental poder externalizar parte de sus servicios, debido a la fluctuación de la actividad económica y la evolución de la demanda por la que se ven influidos estos destinos”.

     

    De hecho, las principales conclusiones del Estudio sobre el Empleo en el Sector Turístico realizado por EXCELTUR resultan muy clarificadoras al respecto como que los salarios percibidos por las camareras de piso de la provincia son competitivos, superiores a los de otros sectores a igual nivel de cualificación y se sitúan por encima de la media europea”.

     

    En este sentido, precisan que el salario medio por hora de los trabajadores con empleos recogidos por el Grupo 9 de las ocupaciones de menor nivel de cualificación requerida (auxiliares de cocina o personal de limpieza) se sitúa en los 9,4€/hora, por encima de los 9,1€/hora de las posiciones similares del resto de actividades económicas, según la Encuesta de Estructura Salarial del INE.

     

    La externalización, una práctica extendida en la mayor parte del país

     

    En este estudio se alude a una de las principales quejas de las trabajadoras del sector: la externalización de una parte de las camareras de piso, sometidas al convenio de empresas de limpieza y se recuerda que apenas supone un 2’4 % del empleo que genera la hostelería. “El colectivo de las camareras de piso y de limpieza supone alrededor de 50.000 personas en España, el 20% del total de la Hotelería española. Derivado de la situación de los convenios provinciales de hostelería, del total de este colectivo, las que pudieran estar externalizadas y regidas por convenios de limpieza y no de la hostelería, estaría en torno a las 6.400 personas, que supone el 2,4% del empleo que genera la hostelería y el 0,3% del empleo del conjunto del sector turístico español”.

     

    Viendo las estadísticas, los números hablan por sí mismos: en España, tan sólo en un 8’3 % de las provincias está prohibida la externalización. En un 42’6 % no se regula la misma, y en la mayoría, un 49’1% se externaliza con las condiciones del convenio de hostelería.

     

    Esto supone que el personal que es externalizado cobra el mismo salario que perciben los trabajadores que limpian oficinas, hospitales, naves industriales, gimnasios o residencias para la tercera edad; salarios que han sido definidos y pactados por los agentes sociales en el marco de la negociación colectiva. Pero recuerdan que la solución no radica en ellos. “Las condiciones de la externalización de este personal de la hostelería se deben dirimir en el marco de la negociación colectiva, de forma que puedan acordarse entre los representantes empresariales y sindicales y, de esta forma eliminar la conflictividad que está afectando la imagen del conjunto del sector turístico español”.

     

    La pelota en el tejado de los sindicatos

     

    Gran parte del problema, según la patronal y las propias trabajadoras del sector, recae en la labor de los sindicatos. En este sentido, César Reyes, responsable de UGT en Lanzarote, asegura que “el convenio de hostelería no es exclusivo para el grupo profesional de camareras de piso, por lo que hay que analizarlo en su conjunto, y el contexto en el que se firmo”, señala, apuntando que él no se atreve a comparar el convenio provincial con otros, “ya que la realidad del sector es diferente en cada sitio. En cualquier caso, quienes tienen la responsabilidad de hacerlo cumplir, han mirado para otro lado, y ahora solo de forma mediática dicen interesarse, pero siguen sin actuar, habrá que preguntarles a ellos”.

     

    Reyes asegura que los salarios siempre se pueden mejorar pero afirma que, en su opinión, el verdadero problema para estas mujeres es la “sobrecarga de trabajo. Creo que nuestra labor es centrarnos en mejorar sus condiciones laborales”, señala.

     

    La edad de jubilación es una de las claves. Ya en su día, los principales sindicatos solicitaron que la edad de jubilación se estableciera en los 60 años, siempre que la trabajadora o trabajador haya desempeñado su labor profesional en esta categoría, durante los últimos 25 años de su vida laboral.

     

    Esta petición se amparaba en “el especial desgaste físico inherente al desempeño de trabajo, ejercido de forma continuada durante años, que impide a las personas de este colectivo su normal ejercicio en esta última fase de su vida laboral, y todo ello aunque las empresas hubieran venido desarrollando toda una serie de medidas en el orden preventivo”.

    Comentarios (7)