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Arrecife: ¡Voy en busca del divorcio!

Por Antonio Coll 

En la anterior entrega, preguntaba: ¿Dónde vas, Arrecife, dónde vas triste de ti? Hoy, ¡Arrecife de mi alma!, me contestas que vas en busca del divorcio porque el matrimonio, en el Ayuntamiento, PSOE-CC, es un grupo de gobierno muy tóxico y unas relaciones caóticas que impide encontrar el esplendor tan necesario para la 3ª capital de Canarias. Te comprendo. Por eso, estás triste, confusa, atormentada y ya no puedes restaurar la confianza, entre ambos. Ya no resiste más, a falta de unos dos años de legislatura. La ruptura puede ser un desahogo, alejándote del sentimiento de pena, de aflicción, de melancolía…Necesitas de aíre fresco, transparente y apacible. Quiere cambiar tu estado de ánimo perturbado y embarazoso. He leído, con detenimiento, el agitado comunicado del Comité Local de CC, donde expresa el malestar por la forma de gobernar de la rebotada alcaldesa socialista, de su gestión partidista y poco efectiva para los intereses generales de la ciudad y sus residentes. Pero, ¡admirada Arrecife!, llevas tiempo con el mismo “guineo” y la inestabilidad, te recuerdo, se inició con la salida del anterior alcalde socialista, José Montelongo, a través de un complot interno del propio partido socialista que encontró razones “pueriles” para provocar su dimisión. Posiblemente, a partir de este hecho, se inició el quebrantamiento de la “fidelidad” de la “pareja” gobernante. Estaba cantado, pero los socios nacionalistas, miraron para otro lado y medios “atragantados”, optaron por seguir la “convivencia”, a sabiendas que ese no fue el pacto firmado en su día. Ahora, meses más tarde, ¡estimada CC! te revelas y emites un comunicado, donde reconoces que te has metido en un fango “contaminado” y que seguir con el actual “matrimonio”, es contraproducente, a mitad de la legislatura y compruebas que, electoralmente, te estás perjudicando. Esto, en el ámbito partidista, pero la ciudad de Arrecife está en juego y no puede seguir con esta permanente agonía y un futuro apocalíptico. Son muchos años perdidos. Son muchos años con múltiples problemas, de toda índole. Son muchos años de legislaturas ineficientes, paralíticas y dramáticas. Son muchos frentes abiertos y el prioritario, de ámbito urbanístico, está aún congelado y mucha gente percibe que de mantenerse el alborotado pacto, nada cambiará y la ciudad seguirá estancada, sin aprobar los planeamientos necesarios, con la inseguridad jurídica que ello conlleva de negativo. ¡Arrecife, de mi alma!, llevo décadas de años exponiendo los males de la ciudad, de su torpe gestión política, del mal funcionamiento administrativo, porque hasta los funcionarios y empleados públicos se han contagiado de los tóxicos comportamientos de la clase dirigente. Y así no se puede aspirar a encontrar el esplendor de una ciudad que posee una potencialidad inmensa. Es posible que necesites a un héroe, a un visionario con talento o un genio avanzado a su tiempo, para hallar la luz del final del túnel tenebroso en la que te encuentras. El divorcio es una opción, en las actuales circunstancias y puede ofrecer una apertura de aíre fresco, renovado y más transparente. Pero el camino será largo, porque se halla muy “empedrado”. No obstante, hay que intentarlo. Arrecife ya no resiste más y hay que acabar con la “ley del embudo”, con la brújula averiada que se mantiene desde hace muchísimo tiempo.

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