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Crear ciencia y crear conciencia

Por Andrés Martinón

 

 

Hace tiempo un amigo me decía que el padre de una amiga era bioquímico y que estaba liderando un equipo de investigación que está tratando de conseguir una vacuna contra el cáncer (no recuerdo bien si contra algún tipo específico de cáncer). Mi amigo lo hacía con admiración y como periodista que es en un principio lo comparaba con lo importante que era su labor al lado de la nuestra; la de informar.

 

Ese día continuó y al final de la jornada nos llegó a la redacción un vídeo en el que los protagonistas eran  unos jóvenes canarios. En las imágenes se ve cómo uno de los chavales coge en un charco un pescado, aparentemente una lubina, la abre por el estomágo y arranca el buche. De ahí, tras seccionarlo, se aprecia que todo el estómago del animal está lleno de fragmentos de plástico. Subimos el vídeo a nuestras redes sociales y denunciamos la cantidad de plástico que está llegando actualmente a aguas de las islas. Ese vídeo tiene en la cuenta de facebook de Lancelot Medios más de 9 millones de visitas. Fue compartido 147.801 veces, teniendo reacciones en países de los cinco continentes.

 

Hilo estas dos cuestiones por el poder y la importancia en la actual sociedad de dos profesiones poco consideradas y muy mal pagadas como son la investigación científica y el periodismo.

 

Conozco casos de licenciados en Biología, Químicas, Matemáticas o Física que están en equipos de investigación y cobran becas que rondan los mil euros. Es decir, la élite intelectual de un país cobra lo que un mileurista. No voy a hacer comparaciones pero todos sabemos de profesiones mucho menos cualificadas y menos trascendentes que cobran más. Y a todo esto, son programas que dependen de una financiación puntual y tienen fecha de caducidad. Es decir, el profesional ni siquiera tiene la garantía de continuar con ese precario salario.

 

Ahora voy al periodismo. Me considero privilegiado por el puesto de trabajo que tengo y la empresa en la que lo hago pero son muchos los compañeros, licenciados en Periodismo, que tras años de ejercicio viven en pura precariedad. Muchos pensarán que no son comparables estas dos profesiones. Sin embargo, el periodismo, al igual que la investigación, juega un papel fundamental en la sociedad y más ahora, en el mundo de la desinformación que vivimos. Mi único consejo es que elijan medios de comunicación fiables para saber qué pasa en el mundo y sólo los periodistas con sus firmas, con sus fotos en el artículo y bajo el paraguas de un medio que se hace responsable de lo que publica pueden darle esa seguridad. Eso vale dinero. Y eso es lo que la actual sociedad no parece estar dispuesta a pagar. Bueno, pues prepárense para más fake news, más bulos, más Miguel Bosé o más cardenales u obispos diciendo disparates y multiplicando su mensaje en las redes sociales.   

 

   

 

Finalizo. Aquel día, cuando mi amigo alabó al reputado investigador le respondí algo así, como que el padre de su amiga creaba ciencia pero que nosotros, los periodistas, creamos conciencia.

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