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¿Cuánto vale salvar a UNA leona?  

 

 

Por Lorenzo Lemaur Santana

 

Puede que institucionalmente, al menos para alguna de esta isla, no exista precedente de apoyar o subvencionar un proyecto viable, objetivamente, destinado a salvar (rehabilitar social y laboralmente) a una sola persona. Parece ser que lo usual, lo asumible, para alguna institución sea {jcomments off}{jcomments on}subvencionar, financiar, ejecutar o lo que sea, proyectos o actuaciones destinadas a una manada.

 

Puede que para algunas de las personas que rigen los destinos, en el ámbito de lo social, las políticas para los intereses de quienes residimos en Lanzarote, sea poco de considerar un proyecto para salvar (rehabilitar social y laboralmente) a una, hasta el punto de que si se lo planteas, ni tan siquiera se le ocurra preguntar de cuánto dinero estamos hablando.

 

Pero, la manada de leonas del balonmano de Lanzarote, unas cien mujeres de todas las edades, se ha unido para salvar a una compañera herida. La manada se ha unido para salvar a una leona que tropezó, cosas de la vida, con una valla traicionera.

 

También, primeros nombres del balonmano español y canario se han querido apuntar en la causa para salvar a una leona. Todas y todos a quienes que se les ha propuesto, empezando por el propio presidente de la Real Federación Española de Balonmano, se han apuntado en la lista de salvar a Julia.

 

Todos han querido formar parte de una lista cuyo encabezado es: "Recolecta de tiempo y/o dinero para ayudar a Julia". Los de más lejos, sin mayores explicaciones, han aportado cantidades de tres cifras. Llegadas desde los más de 2.000 kilómetros que nos unen con la Península.

 

Más de 100 leonas del balonmano de Lanzarote se han organizado, haciendo donativos de su tiempo, para dar y recibir abrazos de Julia. Para acompañarla por las noches en las que Julia, fruto de la abstinencia, no duerme bien y puede tener tentaciones que igual no pueda reprimir. Tentaciones que podrían llevar a Julia a un consumo ocasional, que retrasaría el primer objetivo (por Julia asumido y reclamado) de ingresar, cuánto antes, en la Comunidad Terapéutica de Zonzamas, durante unos meses, para rehabilitarse de su adicción a la drogas que le impidió ser jugadora olímpica del balonmano español en Barcelona’92.

 

Y, ¿luego? ¿Cuándo Julia salga de Zonzamas? ¿A la calle otra vez? ¿A dormir en un cajero y a pedir en la puerta en la Iglesia de San Ginés?

 

¿Cuánto vale para el Cabildo que, tras gastarse un pastón en rehabilitar a una persona, Julia en este caso, pueda ella luego rehabilitarse social y laboralmente?

 

¿Importa que sea un proyecto, de la manada para UNA leona? ¿Tiene que ser para muchas personas para adquirir la consideración de proyecto de interés social y subvencionable?

 

De todas formas, tranquilos. Con o sin las instituciones, Julia volverá a ser la que la gran manada quiere y, lógicamente, ella también.

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