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El mundo, en la encrucijada

Por Antonio Coll

 

La sociedad mundial vive momentos de gran incertidumbre, desde hace meses ha visto nacer una nueva experiencia, en el ámbito de la salud humana, por una “pandemia”, provocada por un Coronavirus, identificado como Covid-19, un germen viral muy mutante, que ya existía antes de la globalización, en el planeta, llamado Tierra. Principalmente, en determinadas regiones de el extenso país de China. Nuevas informaciones de especialistas en patologías infecciosas hablan que, precisamente, en algunas regiones chinas se cazan y consumen animales y aves salvajes, como el murciélago, etc., y esta situación puede contagiar a los seres humanos. No nos podemos olvidar que en un mundo globalizado, hoy el gigante asiático es emisor y receptor de viajeros. Como es natural, a pesar de que el virus ya existía, ahora, se desplaza con más facilidad a los países que tienen relaciones comerciales con China. Por poner un ejemplo, las grandes empresas de moda, tejidos, calzados, etc. producen una buena parte de sus productos en China, porque es más barato. Ahora lamentan la deslocalización. Yo no voy a citar marcas, pero son muy conocidas en nuestro país. Por ahora, el virus se ha extendido en más de 40 países y, según las estadísticas, puede estar afectando a más de 100.00 personas en todo el mundo. De los cuales, unas tres mil personas han fallecidos, sobre todo en China. Pero estos datos, desconozco si son fiables, por lo que pueden ser mayor.

 

En el Reino de España, las cifras aún no son alarmantes. Lo digo porque en 2019, según el Instituto Nacional de Estadística –INE- se batió el récord de llegadas y gasto de turistas extranjeros, cercano a los 88 millones de visitantes. También existe el dato de que los residentes en España, realizaron más de 200 millones de viajes. Es un indiscutible éxito para nuestra economía y las excelentes cifras, por ahora, no han influido en una extensión alarmante el Coronavirus Covid-19, considerado hoy “enemigo público de salud número uno” en todo el planeta Tierra.

 

En Canarias, la afluencia de turistas extranjeros, en 2019, fue de algo más de 13 millones, en un archipiélago que cuenta con unos dos millones de habitantes. Estos datos, al margen de casos aislados en Tenerife y Gran Canarias, confirman, por ahora, que las islas son lugares seguros, además hay que contar que el propio Gobierno de Canarias, a través del Servicio Canario de Salud, está llevando a rajatabla, los protocolos impuestos por el Ministerio de Sanidad y las recomendaciones de la Unión Europea y la OMS de la ONU. También hay que destacar la labor del personal de los Centros de Salud y Hospitales canarios, así como de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, en el control racional en los aeropuertos y puertos, para detectar potenciales viajeros, supuestamente infectados, sobre todo de países con focos importantes de expansión del virus. Estas acciones son primordiales para identificar rápidamente el virus en cuestión y frenar su expansión.

 

Desde el inicio de la aparición del Covid-19, se ha orquestado, lamentablemente, situaciones de alarmas y pánico, y ha creado una fuerte tensión en los potenciales viajeros, porque hoy la información, con los avances tecnológicos, llegan con mucha facilidad a toda la gente del Mundo, creando una encrucijada, que se puede calificar la implantación de la “sociedad del miedo”. Sea como fuere, la alerta está justificada, sobre todo para pacientes de mayor riesgo, al tratarse de un virus que puede afectar a otras patologías crónicas o enfermos con el sistema inmune debilitado. Estamos en una situación de epidemia, de acuerdo, pero existen recursos suficientes, sobre todo en los países occidentales y adelantados, para atenuar las consecuencias y su gravedad. Solo un dato, en España, el pasado invierno, según datos oficiales, la gripe provocó 6.300 fallecidos, pero esta información no “vende”, porque el virus gripal, hace tiempo convive con el ser humano, y se percibe como algo normal.

 

Para concluir, el mejor antídoto, que recomiendan los expertos, es proteger el organismo con una alimentación saludable, ya que potencia nuestro sistema inmunitario, para hacer frente a enfermedades infecciosas, causadas por virus y otros gérmenes. Por ahora, es lo más efectivo, hasta que llegue la anunciada “vacuna”, que no se sabe, a ciencia cierta, si ya existe, según informaciones extraoficiales. Esta encrucijada, ya está, no solo costando vidas humanas, sino que puede crear un caos económico, en determinados sectores, sin precedentes, desde que el Mundo se ha globalizado. No obstante, en esta situación confusa, con tantos avances científicos del siglo XXI, percibo una aparente irracionalidad, en múltiples informaciones e influyentes intereses opacos, motivados, por ahora, por causas aún desconocidas. Lo que sí está claro es que la vida de los ciudadanos, recluidos y desconcertados, se deteriora y un gran número de empresas se ven afectadas para mantener su producción y ventas. La alarma social global ya se ha propagado y esto es grave, muy grave.

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