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El nuevo orden canario bendecido con “flores”

 

Por Antonio Coll

 

Le llaman el “pacto de las Flores”  y también de “progreso”,  pero respetando dichas denominaciones que son, simplemente, calificativos sin trascendencia,  la realidad es que el pacto de centro-izquierda-nacionalista, denominación que se aproxima más al acuerdo que PSOE (25)-NC (5)-Podemos (4)-ASG (3), salió hacia adelante  por  los múltiple vaivenes del otro pacto de  centro-derecha-nacionalista,  entre CC (20)-PP (11)-ASG (3)-C,s (2)., cuyo centro de negociaciones estaba lleno de combustibles muy explosivos, similar al que usan los aviones reactores (queroseno,  líquido inflamable).  Bobinando y echando una mirada poliédrica,  las aversiones, las  exclusiones y otras actitudes, sobre todo del líder del PP canario, Asier Antona y las contradicciones de Ciudadanos,  se estaba percibiendo como claves contrapuestas para la consecución de un pacto de centro-derecha-nacionalista, al que había bendecido la cúpula del PP, en Madrid y el gomero, Casimiro Curbelo, amigo personal y leal, con el líder de CC, Fernando Clavijo.  Las consecuencias de este fracaso, influirá directamente en el todavía presidente del PP canario, Asier Antona, que posiblemente sea desbancado del cargo y se nombre una gestora.  En principio ha cesado a Australia Navarro y él mismo se ha nombrado portavoz de su grupo en el Parlamento. En la constitución del hemiciclo ha afirmado que su partido actuará como la alternativa al “gobierno de izquierdas”.  Estaremos a la expectativa de la cúpula del PP en Madrid, que han anunciado una reunión en las primeras semanas de julio para analizar todos los pactos autonómicos y municipales, entre ellos lo sucedido en Canarias.  Lo que sí se sabe es  que Asier Antona tenía como preferencia, antes y después de las elecciones un pacto PSOE-PP-C,s. Percatado de que ese acuerdo no iba a tener la bendición de Madrid,  inició negociaciones con el resto de partidos de Centro-Derecha-Nacionalista, siguiendo directrices de Madrid, pero con poco entusiasmo y sin mirar los intereses del PP en Canarias. Y  ahora solo ha conseguido dividir al partido y crear desconfianza en los supuestos socios para el futuro. Para muchos, el fracaso del pacto estaba anunciado, fundamentalmente por la desconexión entre PP-C,s  con CC y ASG.  La capacidad para vislumbrar el citado pacto,  con el paso de los días se detectaba importantes discontinuidades, reflejo de estrategias totalmente desatinadas.

 

Pero esto ya es historia y tendrá las consecuencias, según lo que dictamine la cúpula del PP que tendrá que canalizar el malestar interno de la formación popular  en las islas.

 

Ahora,  se iniciará una nueva legislatura con un gobierno de centro-izquierda-nacionalista: PSOE-NC-Podemos-ASG.  Y es aquí donde tenemos que poner la mirada,  porque se trata de la gobernabilidad de una Región Ultraperiférica,  con más de dos millones de habitantes y un presupuesto de 38 mil millones de euros. El nuevo presidente, el socialista Ángel Víctor Torres, tendrá como vicepresidente a Román Rodríguez, de Nueva Canarias, político experimentado ya que fue presidente del Gobierno de Canarias y  vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria,  entre otros cargos. También contará con el gomero Casimiro Curbelo, hombre clave para todas las decisiones que se tomen en referencia a las islas no capitalinas.  Al menos procurará que las “flores” no produzcan alergias  a los llamados a gestionar  el nuevo Gobierno de Canarias.

 

En pleno siglo XXI, el archipiélago canario necesita potenciar la convivencia social y cumplir con los compromisos y proyectos de cada isla. Se exige una gestión equitativa, con inversiones públicas en cuestiones prioritarias para las siete islas y el archipiélago Chinijo, donde se encuentra La Graciosa. Aquí no se trata de un “gobierno para el cambio”  sino un ejecutivo para un cambio de época,  donde la economía es primordial para atender los servicios públicos y crear las expectativas necesarias para potenciales inversiones privadas. Pero teniendo en cuenta el sistema fiscal,  bajando los impuestos directos e indirectos. También las energías alternativas, eólica y solar, pueden contribuir a subir el poder adquisitivo de los pobladores canarios y residentes. Sólo si se mira la dimensión colectiva  de siete islas se puede gestar una realidad optimista y digna para todos los canarios y residentes. El sector turístico, por supuesto, tiene que ser apoyado desde las instituciones, y no me refiero a utilizar más territorio sino ayudar a las empresas para renovar las instalaciones hoteleras que se han quedado obsoletas. De igual forma está la pesca,  la agricultura,  la industria, el comercio y la cultura.  En todo esto, se puede avanzar pero sin utopías ni políticas erróneas e inviables,  que nos pueda pasar factura con el paso del tiempo. No podemos olvidar que estamos en una época globalizada y con mercados muy competitivos. El nuevo gobierno a cuatro bandas, tiene por delante muchos retos y compromisos. Desear los mayores éxitos porque ello redundará en el bienestar del pueblo canario…   

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