El Tribunal Europeo a favor del actual sistema electoral canario

Por Antonio Coll
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos –TEDH- se ha pronunciado a favor del actual sistema electoral canario, contemplado en el Estatuto de Autonomía de Canarias, aprobado en 1982 y reformado en 1996. El alto Tribunal considera que el actual instrumento electoral no vulnera los derechos de representación de los habitantes que residen en las siete islas, porque es justo y legal, al defender los derechos de un fragmentado territorio, conformado por islas.
El actual Estatuto de Autonomía de Canarias fija en 60 el número de diputados del Parlamento Canario, conforme a la siguiente distribución: 15 por cada una de las islas de Gran Canaria y Tenerife; 8 por La Palma, 8 por Lanzarote; 7 por Fuerteventura, 4 por La Gomera y 3 por El Hierro”. Este reparto es equitativo porque establece una fórmula igualitaria, llamada triple paridad. Es decir que cada provincia –Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife- cuenta con 30 parlamentarios. Esto es importante a la hora de confeccionar los presupuestos generales de cada año y se consigue que inversiones para infraestructuras y servicios sean las más justas posibles, sin discriminar a ninguna isla, por el hecho del número de habitantes. Bien es sabido que al final son las decisiones de los partidos políticos, con representación parlamentaria, los que deciden, si nos atenemos a la disciplina de voto que siempre impera. Sería un disparate, por el coste que conlleva, implantar dos cámaras, una que represente a los residentes de cada isla y otra con representación territorial. Por eso, la configuración del actual Parlamento de Canarias, en parte, ya tiene esa doble función.
Coalición Canaria, Partido Nacionalista Canario y la Agrupación Socialista Gomera, defienden el actual sistema electoral por su equilibrio representativo y solidario, en el ámbito de cohesión social y, sobre todo, el económico. Por el contrario, partidos canarios, de ámbito estatal, como PSOE, PP y PODEMOS, con representación parlamentaria canaria, quieren romper la triple paridad y ejecutar la reforma desde el Congreso de los Diputados del Reino de España, donde se está tramitando el nuevo Estatuto de Autonomía de Canarias. El objetivo es dar más poder a Gran Canaria y Tenerife. Lo que sorprende es que un partido de corte nacionalista, como NUEVA CANARIAS se encuentre en la lista de los partidos que buscan romper el actual equilibrio territorial canario. Simplemente, por cuestiones electoralistas, al entender que sus posibilidades de contar con uno o dos parlamentarios más, solo puede conseguirlo en la isla de Gran Canaria, siempre que se apruebe el aumento de diez parlamentarios más, a repartirse entre las dos islas capitalinas.
En definitiva, la reforma que se quiere introducir por los partidos citados, es una autentica chapuza, que agravará la perspectiva de la comunidad canaria, si se consigue marginar a cinco islas. El nuevo escenario que aspiran los partidos estatales y Nueva Canarias, es una provocación en toda regla y sólo servirá para que resurjan de nuevo pleitos insulares innecesarios. Por otro lado, provocará el aumento de las partidas económicas públicas para “alimentar” a diez parlamentarios más. Y los argumentos que exponen los partidos insolidarios, que se tenga en cuenta, han sido rechazados por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Los reales problemas de Canarias no se encuentran en su actual sistema electoral. Que no se intente engañar a la opinión pública con el valor de los votos, según que isla, por la sencilla razón de que la “dictadura” de los partidos es la que prevalece. Solo la triple paridad ofrece algo más de equilibrio e igualdad entre las islas. Posiblemente, los auténticos problemas de las islas están en su propia clase política. Al menos, en una gran parte. Que no se escondan, pues, en alternativas particulares, para justificar la ruptura del actual equilibrio territorial. Si se aconseja que empleen su tiempo para dinamizar la economía para crear más empleo y erradicar la pobreza y la exclusión social de una buena parte de la población residente en Canarias. Y esta cuestión si es urgente. Lo otro, es puro teatro, pero del malo. Así, también lo interpreta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Por algo será…