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Hipótesis Abiertas

                                                                                 
Por Alex Solar

                       

Vivimos en la mayor de las incertidumbres, el cambio de gobierno en España, la reacción de Bruselas, la de los mercados, el resultado de las acciones judiciales en los casos de corrupción, las presunciones de inocencia, etc. La expresión “hipótesis abiertas”, acuñada por los mandos policiales en el caso de una adolescente desaparecida, no puede ajustarse mejor a nuestra existencia, a estos tiempos en los que cualquier suceso viene a suscitar nuestras dudas sobre la realidad.

 

¿Qué significa exactamente que todas las hipótesis están abiertas? Pues que todo puede ser, que todo podría ocurrir. Hice una apuesta , estúpida, en casa: habría terceras elecciones. Como a estas fechas aún no lo sabemos, me he decidido a pagarla de antemano, por si las moscas. Hay un nuevo sofá en casa, una demanda postergada. En caso de que las haya, no habrá devolución lo mismo que en tal caso no volverá la confianza de los ciudadanos en el sistema.

 

En los Estados Unidos tampoco hay certezas y sí muchos enigmas: la salud de la Señora Clinton, la insania de Mr. Trump. ¿Habrá una cuarta (la tercera ya está aquí) guerra mundial? ¿Termonucleares en las zonas en conflicto actuales…o en Nueva Yok?. Las hipótesis están abiertas.

 

Puede ser que en estos momentos un asteroide lejano inicie un viaje mortífero hacia nuestro celeste hogar, la Tierra, y que no enteremos cuando ya no haya escapatoria, como en esa película extraña de Lars Von Trier, Melancolía. De todas las películas catastróficas sobre el fin del mundo, es mi preferida. No hay grandiosos efectos especiales, solo la belleza de esos momentos en que la futilidad de la vida se revela ante la magnitud del Universo y su desconocida mecánica, o sus misteriosas, indescifrables intenciones. O hipótesis, abiertas, por supuesto.

 

El rostro de la muchacha perdida nos contempla desde la pantalla del televisor, sus ojos oscuros y con un deje de tristeza parecen querer decirnos algo, adivinamos una tragedia en esa mirada postrera. La difícil juventud, las complejas relaciones familiares, el drama de la desocupación, hacen que piense que no me habría gustado ser joven en estos tiempos. Porque aunque parece que la juventud es lo más, el supremo valor, (y vaya que lo es, en muchos sentidos, el divino tesoro) no he visto generación más amenazada por la incertidumbre y la violencia del mundo.

 

El fin de la filosofía , al menos eso creo, es preguntarse constantemente sobre las cosas, el devenir, las causas y los efectos. Para ello elabora hipótesis, suposición de algo posible o imposible, para a partir de allí iniciar investigaciones. Es la base del método científico que inventaron los griegos. Pero la mayor parte del tiempo se vive en la duda, en el quién sabe, en la encrucijada incierta.

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