La diferencia entre levantar la Copa del Mundo y una botella de plástico
Andrés Martinón
En escasos días me ha llegado a través de Facebook dos informaciones destacando la grandeza del Leo Messi. Y voy a explicar cómo muchos, que no me daban la razón en la polémica sobre la grandeza del jugador argentino, utilizan ahora los argumentos que yo esgrimía para decir que no era el más grande. Vamos al lío.
La primera de las informaciones era un meme en forma de fotografía, en la que se había dividido en cuatro la imagen: en la parte superior izquierda se ve a Pelé besando la Copa del Mundo; en la superior derecha a Maradona haciendo lo mismo en el Mundial de México; en la inferior izquierda a Messi abrazando la Copa tras ganar el mundial y en el último recuadro, en el margen derecho inferior se ve a Cristiano Ronaldo bebiendo agua ‘a morro’ de una botella de plástico.
La segunda historia me llega días después en formato vídeo y es el extracto de una entrevista a Di María en la que compara directamente a Messi con Cristiano. Y lo que me llama la atención de las palabras de Di María es que su argumento principal para diferenciar a ambas estrellas es lo que ha ganado cada uno. Claro, ahí se impone Messi pues ganó el Mundial y después dos Copas de América, mientras que Ronaldo solo tiene una Eurocopa con Portugal.
Lo que me llamó la atención de estos dos posts es cómo los seguidores de Messi valoran de forma preferencial el aspecto de haber ganado más; sobre todo el Mundial que es lo que encumbra a los grandes de la historia. Pero claro, voy a chinchar un poco a los seguidores del ex jugador del Barcelona. Y digo esto porque tardó mucho en ganar el Campeonato del Mundo y las dos posteriores Copas de América y en todo ese tiempo, en el que Messi era el mejor jugador del momento (no tengo dudas de que era mejor que Cristiano Ronaldo) pero no había levantado esa copa de oro que levantó España una vez (y que ya empiezo a recordarlo como algo del pasado) los fanáticos de Messi decían que ya era el mejor de la historia; que no necesitaba ganar un Mundial; que no necesitas ganar con tu equipo para ser el mejor de la historia.
Yo decía lo contrario: que el fútbol es un deporte de equipo y si tu juegas muy bien pero no ganas, no se te puede equiparar a las grandes leyendas. Además, Messi dispuso de grandes compañeros en la selección argentina. Es decir, no fue como el caso de George Best, quien era la estrella del Manchester United pero luego debía jugar con Irlanda… del Norte. Evidentemente, Best, como dice su apellido, podía ser el mejor pero sin jugar siquiera un mundial, no ha estado nunca entre los grandes jugadores de la historia.
O el caso más cercano, Di Stefano quien muchos los reivindican como el mejor de la historia, pero no ganó Mundial alguno y pese a lograr cinco Copas de Europa entiendo que no cumple con el requisito.
Como conclusión, vengo a decir que Messi ahora sí está en el Olimpo de los Dioses como Pelé y Maradona.
Posdata: Pero el mejor es el Rey Pelé, que ganó tres mundiales. Hasta luego.