La presión social y empresarial se impone
Por Antonio Coll
En un memorable e histórico pleno en el Cabildo de Lanzarote, fue aprobado por absoluta unanimidad de todos sus consejeros, una declaración institucional, con el objetivo de solicitar al Ministerio de Fomento-Puertos del Estado del Reino de España, la implantación de una Autoridad Portuaria de Lanzarote para la explotación y comercialización de las infraestructuras y servicios ubicados en la isla, estratégico para su desarrollo socioeconómico, desvinculándose, en tal sentido, de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. La presión social y empresarial, impulsada por la Cámara de Comercio de Lanzarote, ha sido decisiva para que la clase política insular se haya revestido de una responsabilidad transcendente para iniciar los trámites oficiales oportunos, con el único objetivo de que la isla de Lanzarote consiga la plena autonomía del Puerto de Arrecife, sin ninguna atadura del ente provincial. Con ello, se conseguirá mayor competitividad, óptimas infraestructuras portuarias y una mejor explotación comercial e industrial de la zona terrestre.
La realización de un extenso informe, por parte del ente cameral, dirigido por José Torres, desvela positivamente la rentabilidad del Puerto de Arrecife, descartando la ambigua actitud “paternal” de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, en referencia a la “inviabilidad” de la autonomía. Solo unos datos para enterrar la postura de la misma. De las 28 autoridades portuarias del Reino de España, el Puerto de Arrecife recibe más turistas-cruceristas que 21 de ellas. También arriban más buques de cruceros que 14 de ellas, así como más contenedores que 13 autoridades portuarias y más pesca fresca que 11 de ellas. Según el mismo estudio, el beneficio de explotación, en el 2014, ofreció como resultado positivo en 1,4 millones de euros. Las cifras hablan por sí solas y ello a pesar de todas las adversidades y las escasas inversiones realizadas, en los últimos 30 años.
La realidad histórica nos hace ver que existen poderosas razones para que Lanzarote cuente con una Autoridad Portuaria, gestionada desde la propia isla. Es un derecho legítimo de que nos convirtamos en protagonistas y dueños del destino del Puerto de Arrecife. La sociedad lanzaroteña tiene que avanzar y el Puerto es un complemento más para dinamizar y potenciar la economía, junto con el sector turismo, agricultura, ganadería y pesca.
Los “paraguas” provinciales ya no sirven para la nueva época que vivimos, que como se ha demostrado solo debilita y empobrece a la población de las islas mal llamadas “menores”.
El 23 de noviembre de 2015 será una fecha histórica porque la mayor parte de la sociedad lanzaroteña y sus representantes políticos han dado un paso trascendental para la conquista de la Autoridad Portuaria de Lanzarote. Ya no hay marcha atrás. Estoy seguro que llegaremos a “buen puerto”.
El próximo 4 de diciembre también puede ser histórico para otro sector de vital importancia para la isla: el sector vitivinícola. El citado día se celebra el esperado y ansiado pleno para llevar a aprobación la modificación puntual del Plan Especial de La Geria, para situarlo en un estadio evolutivo de un progreso natural, con la finalidad de ofrecer garantías jurídicas y ambientales a los viticultores, bodegueros y viviendas particulares. Ya es conocido que un minúsculo grupo, que orbita alrededor de sus intereses particulares, intentarán frenar un plan que cuenta con el aval del Gobierno de Canarias y la propia Oficina del PIOT. En dicho pleno saldremos de dudas y se podrá comprobar si algún grupo político, con su voto en contra, se convierte en “traidores” y enemigos del nuevo Plan para La Geria, que cuenta con todo el apoyo del sector vitivinícola y de la propia sociedad lanzaroteña. Ya veremos.
