Viernes, 05 Diciembre 2025
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Sara González



 

 

 

¿Podrá una carta de amor autobiográfica convertida en canción ganar el festival de la música más esperado por los cantantes en Europa? Parece que eso lo descubriremos durante el próximo mes de mayo, cuando el sábado 17 se conozca la voz ganadora de Eurovisión 2025.

 

Y es que a principios de mes se conoció que Melody, esa niña diva que, allá por los años 2000 conquistó a toda España con la pata negra, nosotros somos de pata negra, o con la locura que generó con el baile del gorila, o con movimientos de abajo hacia arriba, primero sólo eran las manos, y más tarde fue todo el cuerpo como un gusano.

 

En definitiva, una gran variedad de movimientos que veremos si en Basilea, la cuidad suiza en la que se celebrará Eurovisión, se pueden resistir y bailar al son de la diva rumbera, porque a pesar de que, en la época del gorila, no existía los challenges, el baile del primate, seguro, lo deben conocer. Y si ese no, pues que pongan el del gusano o el de la gallina, porque Melody le cantaba a prácticamente todo el reino animal.


No se puede decir que ‘esa diva’ se quedó en el pasado, pues ya demostró en la tercera edición de un conocido programa de imitación, en el tercer canal de la televisión, que canta, baila, y resistirle, se le resisten pocas cosas.

 

Ahora la duda es si en Europa comprarán esta nueva propuesta de España, en la que cuenta con distintos elementos que hacen clara referencia a nuestro país como es el sombrero con el que abrió la canción o la gran peineta que apareció en el medio del escenario del Benidorm Fest. Una puesta en escena con giros de cámara, baile, meneo del cabello, que unido a una letra que hace un recorrido tanto al lado más personal de su vida como a su trayectoria profesional. Una carta de presentación en la que el presente hace un repaso y un llamamiento a su pasión, el canto.

 

Un espectáculo el de Eurovisión, en el que España entendió relativamente hace poco cuáles son las nuevas cartas para jugar. Hay que presentar un mensaje, pero también show si queremos volver a obtener el primer puesto del festival de la canción por excelencia de Europa, como ya sucedió en 1968 y en 1969, con el ‘La, la, la’ de Massiel y ‘Vivo cantando’ de Salomé. Y es que, tras estas victorias, Chanel devolvió la ilusión a España con el tercer puesto.


Quien sabe, quizás esa diva sencilla como un simple mortal que levantó cuando era una niña a todo el país para bailar el gorila, en 2025 traiga el micrófono de cristal.

 


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