Le dijo la sartén al cazo
POR ALEX SOLAR
- Lancelot Digital
Cuando leo los comentarios de ciertos “expertos” y también de lectores de periódicos sobre programas de televisión como “Gran Hermano” y otros de similares formatos, releo el breve libro que nos legó a los interesados en el estudio de los medios el sociólogo francés Pierre Bourdieu (Sobre la televisión).
En esa recopilación de unas charlas ofrecidas en el College de France en 1996 y emitidas por la televisión, Bourdieu clava sus dardos precisos en la diana al describir el fenómeno televisivo. “Mientras más muestra, más oculta”, dijo, y explicó como este medio realiza una “deconstrucción” de la realidad destacando los aspectos más sensacionalistas o espectaculares en detrimento de los verdaderamente importantes que permitirían tener una información útil en una sociedad democrática.
Leo en EL PAÍS la crítica de televisión de Borja Hermoso, (periodista que estuvo a cargo de la sección de Cultura de este diario y de la que fue destituido por contravenir las normas deontológicas en una información que afectaba a Pérez Reverte y el realizador Manuel palacios en un asunto de plagio) titulada “Gran Hermano :érase una hez” y en la que dice textualmente que Gran Hermano “huele a pies”, que sus programadores y guionistas con Vasile a la cabeza “saben tanto de sociología como de televisión”, y agrega que “Así hace tiempo supieron que este era el país perfecto para Gran Hermano, y por supuesto viceversa. Como el jersey perfecto que aguarda a un cuerpo predestinado. Un país en el que esta tómbola de carne fresca y horteras irredentos , hipermaquillados e hipermusculados hace tiempo que no opera como mero pasatiempo sino como a una religión a cuya misa no se falta o te ponen la cruz a tu fraternidad”. Se extiende el periodista en epítetos y catilinarias en contra de Telecinco, que no voy a reproducir. Me he tomado la molestia de buscar la imagen de Hermoso y he comprobado que su aspecto físico no concuerda con tan garboso apellido: cabellos desordenados y descuidados, desaliño general. Pero no es eso lo más significativo sino el hecho de que el redactor del artículo citado escribe para un medio en franca decadencia y que ha sucumbido al empuje de las redes ofreciendo contenidos banales muy bien patrocinados y noticias mal contrastadas y hasta mal redactadas, algo impensable en sus inicios o hasta hace unos pocos años.
Lo mismo que de las críticas habría que decir de ciertos comentarios de lectores que observo en la prensa de Lanzarote, que son en algunos casos de un racismo y un machismo ramplón cuando se refieren a una concursante china, residente en la isla. Remedan sus dichos con las “l” en vez de las “r”, rechazan que diga que “es de Lanzarote” por ser de otra nacionalidad, le reprochan que siendo madre de dos críos esté en el concurso y aspire a “encontrar el amor”.
Me gustaría saber el porqué de este encono y si dichos “comentaristas” improvisados prefieren visionar otros programas de la televisión (La 2 les haría bien), o aún mejor si la apagan para dedicarse a la lectura de un buen libro, como decía que lo hacía Groucho Marx o algún otro personaje de citas citables.
Por cierto, Bourdieu, que condenaba el efecto perverso de la “diversión” televisiva, consistente en una despolitización o desencanto de la política para mantener “el orden establecido”, no era muy optimista respecto a la capacidad de resistencia de las masas para oponer una lectura crítica de los medios mediante el recurso pasivo del “zapping” o acudiendo a otras fuentes más fiables de información. Pero yo aconsejaría a los comentaristas que se tentaran bien la ropa antes de lanzar imprecaciones contra la “telebasura”, no sea que les digan lo que la sartén al cazo.