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No a los pactos “envenenados”

Por Antonio Coll




Después del largo día y noche de los comicios 26/M, protagonizada por cinco urnas, para conformar los futuros gobiernos locales, insulares, Parlamento de Canarias  (2) y Parlamento Europeo,  ahora se inicia el periodo de intensas negociaciones, entre las formaciones políticas elegidas, para conformar los equipos que conducirán los municipios canarios, cabildos insulares y el Gobierno de Canarias.

 

 

Yo, en esta entrega analítica y sin tener informaciones precisas para futuros pactos, si me gustaría dejar constancia de experiencias anteriores, en referencia a los acuerdos y pactos,  en distintas administraciones públicas canarias. Esa experiencia me lleva a recomendar a las cúpulas de los partidos políticos que,  si bien en primera instancia,  los pactos en “cascada”, aparentemente,  pueden funcionar para la estabilidad de la gobernación, también, como se ha demostrado tienen, en muchos casos, terribles inconvenientes.  Además, no siempre reflejan el dictamen de las urnas;  la realidad del interés de los votantes.

 

Sirva de ejemplo, el municipio de Arrecife, por ser el más cercano y donde vivo. También el propio Cabildo de Lanzarote. El pacto entre PSOE-CC, no funcionó, en ninguna de las administraciones citadas. Tampoco en el Gobierno de Canarias.  Como bien se conoce,  Arrecife fue un caos en los cuatro años de legislatura, que ni siquiera pudo aprobar el tan ansiado Plan General Supletorio Urbano. Los electores capitalinos premió al candidato de CC, Eugenio Echedey que consiguió 9 concejales y al PP de Astrid Pérez, con 6 concejales.  La mayoría está en 13 concejales. Algunos partidos han sido castigados y quedan fuera de la Corporación capitalina.

 

En el Cabildo, gracias al pacto de emergencia en los últimos años, entre CC-PP, pudo funcionar discretamente, pero cuestiones  prioritarias, como el PIOT, Plan Especial de La Geria, entre otros, no se pudieron aprobar,  a pesar del interés del grupo de gobierno, dirigido por Pedro San Ginés. El Gobierno de Canarias, ocurrió algo parecido, después de la marcha del PSOE. Gracias al pacto entre CC-PP-ASG, la última etapa de gobierno, transcurrió con estabilidad  y se aprobaron cuestiones importantes.

 

Recapitulando, en un periodo, donde aún no se posee las actas oficiales definitivas de los resultados y se hace toda clase de conjeturas para los futuros pactos,  si quiero expresar,  como anécdota que,  buena parte de los electores en los recientes comicios, han depositado,  mayoritariamente,  el voto a los partidos históricos implantados en Canarias,  como PSOE, CC, PP, NC y ASG. Esto significa que partidos de reciente creación, algunos con más años, como Ciudadanos  y Podemos, no han podido captar la confianza de los pobladores de la sociedad canaria. El malestar acumulado en los electores, desde que se inició la crisis económica y financiera, allá por el 2009,  en estas elecciones no ha servido de combustible para ahuyentar el voto a los partidos tradicionales. A pesar de que mucha gente está indignada por las políticas llevadas a cabo, en la última década,  porque su economía se ha visto mermada, en esta ocasión,  ha optado por  las marcas políticas tradicionales, confiando que los cambios necesarios en política social y económica,  la protagonicen las fuerzas políticas de antaño. El deterioro de la confianza en las instituciones permanece, por supuesto y la baja participación es síntoma de la mala gestión política llevada a cabo en las últimas legislaturas.

 

Según la ley, entre el 29 de mayo y el 1 de junio, se abre un calendario para confirmar el escrutinio de los resultados y las posibles reclamaciones por parte de los representantes- apoderados y la interposición de recursos ante las Juntas Electorales. No obstante, el 15 de junio, los nuevos ayuntamientos quedarán constituidos.

 

Como es conocido, en el Cabildo de Lanzarote, habrá una nueva configuración,  ya que los consejeros de Ciudadanos,  Somos-NC y Avanza, desaparecen por no haber llegado el 5% del escrutinio insular y que por error fueron asignados.  Salvo sorpresa,  la constitución quedará de la siguiente forma: PSOE 9 consejeros; CC-PNC, 8; PP, 4 y Podemos, 2.  La mayoría para gobernar es de 12 consejeros. Aunque la socialista Loly Corujo es la más votada,  existe la posibilidad de una moción de censura, si CC y el PP pactan. Pero eso dependerá de los acuerdos que lleguen  las tres formaciones más votadas. En Fuerteventura, ocurre algo similar, con el hándicap que, en esta isla,  puede establecerse un pacto de izquierda, aunque la nacionalista de CC,  Lola García,  es la más votada, pero con los votos de NC y Podemos, el socialista Blas Acosta podría convertirse en presidente.

 

Por ahora, es todo lo que se puede exponer. Ya habrá tiempo de narrar la conformación del nuevo Gobierno de Canarias. En este artículo no quiero entrar en probabilidades, cábalas y adivinanzas  y menos cuando se habla de pactos políticos. Lo que nos deparará el futuro entra en acciones como la intriga, enredos y embrollos. También en posibles: pactos “envenenados”. La experiencia es notaria de lo que digo. Son 40 años de democracia local. Sólo es de esperar que todo sea por el bien de Canarias y sus instituciones.

 

Ser optimista no cuesta nada, y la esperanza es lo último que se pierde...

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