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Por Arrecife

Myriam Ybot

 

En los tiempos que corren de desafección pública, individualismo e idiotez en el sentido clásico del término, las iniciativas de movilización ciudadana me conmueven y activan a partes iguales, paralizada por la ternura y propulsada al mismo tiempo a colaborar a pecho descubierto, por más que la empresa resulte titánica o ilusoria.

 

Si además el objetivo de sacar del letargo o la indiferencia a la población tiene a Arrecife en la diana y quien sale a la palestra es gente con sensibilidad, sentido común y arraigo en la capital, sin intereses particulares ni afanes de proyección personal, entonces me digo: esta vez sí, esta vez puede salir bien.

 

Llevo años sospechando que la política, por sí sola, raramente encaja en el molde de las demandas vecinales; que las agendas de las Corporaciones locales avanzan en direcciones divergentes a las preocupaciones de quienes habitan los lugares, abriendo abismos entre la lógica de las promesas electorales y la acción pública posterior.

 

También he comprobado —todas y todos lo hemos hecho— que la acción colectiva mueve volcanes cuando se arma de razones y encuentra eco en la calle. He visto una avenida colapsada de argumentos, voces y pancartas de repudio a la canibalización del territorio insular, devorado por el desarrollismo urbanizador; o teñida de violeta para denunciar la violencia de género, la discriminación y el poder patriarcal. También alzada de manos blancas, aleteando como palomas de paz contra el terrorismo y las guerras, o embetunada hasta el último rincón, negro el horizonte, negra la pena, negra la amenaza oleosa y maloliente del petróleo.

 

Por eso aliento y alimento, estimulo y aplaudo, y me adhiero sin contemplaciones a las propuestas de quienes mantienen vivo el recuerdo o el relato de César Manrique encaramado a una grúa, o de José Saramago mezclado entre la gente, un manifestante más defendiendo la tierra suya. O de quienes aspiran a una convivencia de calidad, en un espacio urbano generoso con todos los seres vivos, accesible a todas las capacidades, igualitario, seguro, limpio y habitable.

 

Por Arrecife es desterrar de la narrativa popular de una vez y para siempre la odiosa comparación de la ciudad con el “patito feo”. Por Arrecife es recobrar la confianza en nuestra capacidad para el ejercicio de la presión social, que no es otra cosa que participar y hacer política desde la responsabilidad vecinal. Por Arrecife es digna heredera de aquellos Ciudadanos que forman parte de la historia del activismo capitalino más comprometido y eficaz; pero prescinde de presidencias, portavocías y cargos en un afán de horizontalidad que no facilitará su esfuerzo de divulgación, consultas y convocatorias pero desmonta con contundencia las elucubraciones y suspicacias sobre el “quién está detrás”.

 

Si quieren sumarse, pónganse al lado. Pueden contactar en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. y en las redes Instagram y Facebook y leer su manifiesto “de mínimos” en https://porarrecife.wordpress.com/?fbclid=IwAR0b1vLhr8EsKC8jQllGdhqoQlXg68fquZ-FNDFNUIvLnvdR6Arm_kNGmvU

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